La Laja, diversidad y conservación
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Bosque de niebla de La Laja |
En límites entre los municipios de Subachoque y San Francisco se encuentra la cordillera de La Laja, una franja de montaña con laderas abruptas, bien pobladas de bosque nublado, muy interesante por los animales y las plantas que alberga. Aquí, por encima de 2800 metros sobre el nivel del mar, los bosques son distintos a los que se encuentran más abajo en otras partes de San Francisco. Los encenillos (Weinmannia tomentosa) son abundantes; en cambio, los robles (Quercus humboldtii), que dominan en laderas más bajas, se encuentran completamente ausentes. Una de las fincas donde he realizado Inventarios de Biodiversidad en esta región es La Chorrera, donde en dos días registré 36 especies de aves y 329 especies de plantas. Al igual que varias otras fincas dedicadas a la ganadería de leche en la región, La Chorrera ha sido muy bien cuidada por sus dueños; el bosque es apreciado por ellos y tiene un hermoso sendero que lo atraviesa; las orillas del bosque están cercadas para evitar el pisoteo y ramoneo del ganado; y en los linderos de los potreros se están plantando corredores de árboles, que van a ayudar a delimitarlos, a protegerlos del viento y a servir como sitio de paso para las aves y otros animales del bosque.
Árboles amenazados
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Plántula de pino hayuelo en el bosque de La Chorrera |
Los bosques de La Laja y La Chorrera son el último hogar en la región de dos especies de árboles amenazados de extinción: el pino colombiano (Podocarpus oleifolius) y el pino hayuelo o negro (Prumnopitys montana). Estos árboles se cuentan entre las pocas coníferas nativas de Colombia; aunque se los denomina “pinos”, en realidad sólo están distantemente relacionados con los verdaderos pinos del hemisferio norte. En lugar de producir piñas como los verdaderos pinos, los frutos de los “pinos” nativos son carnosos y son consumidos por aves y otros animales silvestres. En Cundinamarca, ambas especies fueron casi exterminadas en el pasado para aprovechar su madera. Ahora tienen una oportunidad de regenerarse en los bosques de La Chorrera.
Aves de La Laja
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Clavellino (Mutisia clematis) |
Al igual que los árboles, varias aves también son exclusivas de la parte alta de La Laja y en el municipio de San Francisco no se encuentran a elevaciones menores. Entre estas especies podemos mencionar al colibrí con el pico más grande del mundo: el colibrí picoespada (
Ensifera ensifera - ver imagen en este
link). En los bosques de altura hay buena abundancia de flores rojas, fucsias o anaranjadas, muy largas y en forma de tubo, que son las favoritas de este colibrí; entre ellas podemos mencionar las curubas (
Passiflora), el clavellino (
Mutisia) y el zarcillejo parásito (
Aetanthus). Todas estas flores son propias de climas muy fríos y desaparecen en la parte baja de San Francisco; por eso, el colibrí picoespada no baja mucho por las montañas. Otras aves propias de la parte alta de La Laja y que poco descienden por las laderas de San Francisco son el conirrostro (
Conirostrum sitticolor), los semilleros (
Catamenia analis y
Catamenia homochroa) y un ave endémica del altiplano cundiboyacense, que penetra ligeramente en las vertientes occidentales, exteriores a la Sabana de Bogotá: el chamicero (
Synallaxis subpudica).
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Corredores de árboles recién plantados en La Chorrera - 2010 |
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