Calor y humedad
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Bosque a orillas del río Claro, San Francisco, Antioquia |
Los Andes no son solamente grandes elevaciones. Una buena parte de la diversidad de las cordilleras se encuentra concentrada en la base de las montañas. Aquí las temperaturas son calientes y suele haber un clima muy húmedo – en varios lugares las precipitaciones alcanzan e incluso superan los 4000 mm por año. Todo esto favorece un gran desarrollo de la vegetación. Los árboles son elevados y sus ramas suelen estar cargadas de orquídeas, helechos, bromeliáceas y otras plantas epífitas. Los barrancos a orillas de los caminos están cubiertos con densas matas de vegetación colgante y aparecen salpicados con las flores más variadas, coloridas y extrañas que se pueda imaginar.
El piedemonte en Antioquia
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Restos de bosques en el Oriente antioqueño |
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El vistoso fruto de ojo de paloma (Margaritaria nobilis) |
Un excelente ejemplo de la riqueza en biodiversidad del piedemonte andino se puede ver en el Oriente antioqueño. Aquí, en la base oriental de la cordillera Central, por debajo de 1000 metros sobre el nivel del mar, en áreas de los municipios de Cocorná, San Luis, San Francisco, Sonsón, San Carlos, Argelia y Nariño, entre otros, pueden encontrarse cerca de 2000 especies de plantas vasculares (helechos y plantas con semillas) y más de 300 especies de aves. Sorprenden las cifras de endemismo. En la región hay registros de cinco especies de aves endémicas de Colombia: el paujil piquiazul (
Crax alberti), torito dorsiblanco (
Capito hypoleucus), carpintero bonito (
Melanerpes pulcher), atrapamoscas antioqueño (
Phylloscartes lanyoni) y habia ceniza (
Habia gutturalis). Otros vertebrados endémicos presentes en el área son el tití gris (
Saguinus leucopus), mono araña o marimonda (
Ateles hybridus) y los peces pataló (
Ichthyoelephas longirostris) y bocachico (
Prochilodus magdalenae). En la flora se conocen cerca de 40 especies endémicas exclusivas de esta región o que, como máximo, se extienden a otras regiones vecinas del departamento de Antioquia, sin que haya registros de otras áreas del país. Entre estas especies endémicas se cuentan árboles como el yumbé (
Caryodaphnopsis cogolloi), laureles (
Licaria clarensis,
Rhodostemonodaphne antioquensis), mamoncillo silvestre (
Melicoccus antioquensis) y diversos anones de monte (
Cremastosperma magdalenae,
Cymbopetalus sanchezii,
Duguetia colombiana,
Pseudoxandra sclerocarpa). Trepadoras como la
Mandevilla antioquiana. Arbustos como la
Aphelandra tetroicia. Palmas como la
Aiphanes leiostachys. Orquídeas como
Epidendrum mutisii y
Masdevallia pescadoensis. Y hierbas con hermosas flores como la
Pitcairnia fluvialis,
Cremospermopsis parviflora,
Gasteranthus anomalus,
Nautilocalyx antioquensis y
Nautilocalyx bracteatus.
Los antiguos bosques
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Hoja de yumbé (Caryodaphnopsis cogolloi), especie endémica |
El Oriente antioqueño es una de las regiones con mayor tasa de deforestación en el país. De seguir el ritmo actual, en tan sólo unas pocas décadas, la región carecerá casi por completo de bosques. La mayor parte de los bosques que sobreviven son bosques secundarios, donde se han extraído los árboles más grandes y las maderas más valiosas. Sin embargo, todavía quedan árboles aislados y restos de vegetación madura que permiten reconstruir lo que fueron los antiguos bosques del Oriente antioqueño. En su composición, estos bosques no difieren mucho de los bosques maduros de Centroamérica, el Chocó y la Amazonía. La familia dominante de árboles son las leguminosas, con especies como el bálsamo (Myroxylon balsamum), sapán (Clatothropis brunnea), tamarindos de monte (Dialium guianense, Uribea tamarindoides), amargo (Vatairea sp.), lomo de caimán (Platypodium elegans) y trébol (Platymiscium pinnatum). También abundan las moráceas, lecitidáceas, sapotáceas, lauráceas, palmas y otras familias típicas de los bosques húmedos tropicales, con especies como los guáimaros (Brosimum alicastrum, Brosimum utile), verruga de pisco (Clarisia racemosa), caimos o mediacaros (Pouteria glomerata, P. guianensis, P. multiflora, P. subrotata, P. torta), abarco (Cariniana pyriformis), y varias especies de ollas de mono o cocos cristal (Couratari guianensis, Eschweilera antioquensis, E. coriacea, E. pittieri, E. sessilis, Lecythis ampla).
El cañón del río Claro
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Tigrillo (Leopardus pardalis) - Danleo, 2006 |
En la región se encuentra la Reserva Natural Cañón del Río Claro, que protege 450 hectáreas de bosques. Las investigaciones de Álvaro Cogollo, director del Jardín Botánico de Medellín, y otras posteriores han mostrado que en el área de la reserva se encuentran casi 1000 especies de plantas. En esta reserva se han realizado decenas de nuevos registros de flora para el país, muchos de ellos correspondientes a especies nuevas para la ciencia. La reserva alberga una variedad de fauna, incluyendo nutrias, monos, tigrillos, guaguas, babillas y otros animales típicos de las selvas neotropicales. En fin, dado el estado de la región, la reserva constituye un verdadero tesoro, un sitio de máxima importancia para la conservación en el piedemonte andino.