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domingo, 5 de agosto de 2012

Cómo se restaura un bosque - La regeneración natural


Métodos de restauración

Joven bosque de 40 años con Ficus y Mauria. Hacienda Baza, Tibaná
Al tiempo que son destruidos cada vez más bosques en el mundo, va surgiendo también un movimiento de restauración ecológica, que busca favorecer el desarrollo de nuevos bosques en los lugares donde estos se han perdido.  Hay muchas formas de restaurar un bosque. Una de ellas, muy usada, consiste en la plantación de arbolitos, usualmente comprados en un vivero. Este método tiene sus ventajas, siendo relativamente rápido en comparación con otros y permitiendo un involucramiento muy activo de la gente en la actividad de restauración. Sin embargo, también tiene sus inconvenientes. Para empezar es uno de los métodos de restauración más costosos. Y usualmente no permite que el terreno donde son plantados los arbolitos se exprese a su manera, “decidiendo” por sí mismo qué especies son las más indicadas para cada sitio en particular y cuándo y cómo se van a desarrollar. El material genético comprado en un vivero suele venir de sitios lejanos al lugar que se está restaurando; mientras que, para la conservación, suele ser más valioso el material genético local, de la propia finca.

 

La regeneración natural

Regeneración natural en la etapa de arbustos - Hacienda Baza, Tibaná
Una alternativa de restauración de bosques es la regeneración natural. Esta consiste en dejar crecer al bosque por sí mismo, con poca o ninguna intervención. Es el sistema por medio del cual han nacido casi todos los bosques del mundo. Y suele ser el sistema más eficiente y económico. La regeneración natural permite el desarrollo de semillas que salen de los remanentes de vegetación nativa que se encuentran en los alrededores (si estos todavía existen). Está compuesta en su mayor parte por material genético local. Y permite el desarrollo de un sinnúmero de especies que no se pueden comprar en un vivero. Los viveros comerciales sólo cultivan una fracción de las especies nativas y casi todas las que cultivan son árboles o arbustos grandes. Pero ¿acaso un bosque es sólo árboles? ¿Dónde quedan los pequeños arbustos del sotobosque, las grandes enredaderas que llegan al dosel, los mantos de plantas epífitas que cubren las ramas, las alfombras de helechos y otras hierbas del piso del bosque? Todas estas plantas, que no podemos comprar en un vivero, surgen espontáneamente cuando se usa la regeneración natural.

 

La importancia del pasto alto

Pasto y rosas. Las especies exóticas también pueden contribuir a la regeneración natural
Para iniciar el desarrollo de un bosque por medio de la regeneración natural hay un paso fundamental a seguir: no volver a cortar nunca más el pasto del sitio que se quiera recuperar. Esto incluye no cortarlo con guadaña y no permitir que vacas, caballos y otros animales de la finca pastoreen y pisoteen el lugar (lo que suele implicar la instalación de cercas). El pasto crecerá alto, echando espigas, botando hojas muertas y empezando a formar la primera vegetación protectora del suelo. Si quedan restos de vegetación nativa a menos de 100 m del sitio que se está dejando regenerar, las semillas de esta vegetación colonizarán rápidamente el lugar. Contrario a la creencia usual de que los arbolitos y el pasto no son compatibles, hay una serie de especies leñosas, conocidas como pioneras, que son especialistas en crecer entre el pasto alto y que poco a poco le van ganando, le hacen sombra y permiten el establecimiento de especies más lentas y delicadas. Los árboles y arbustos pioneros a menudo tienen semillas muy pequeñas, de pocos milímetros de diámetro. Nacen muy pequeños, pero crecen en forma muy veloz. Las principales especies pioneras de clima frío son plantas de la familia de las asteráceas (chilcos, ciros, arbolocos, amargueros), melastomatáceas (tunos, sietecueros, angelitos), piperáceas (cordoncillos) y rosáceas (zarzas); además de especies como el aliso (Alnus acuminata), los laureles de cera (Morella spp.), el trompeto (Bocconia frutescens) y el cedrillo (Phyllanthus salviifolius). También son pioneras muchas enredaderas y helechos.

 

Los tiempos del bosque

Orquídea Stenorrhynchos speciosum en un joven bosque
Cronograma aproximado de formación de un bosque por regeneración natural en zonas altas (más de 2000 m sobre el nivel del mar) partiendo de tierra desnuda, en suelos relativamente fértiles:

Etapa 1: 0 años – Tierra desnuda
Etapa 2: 0.5 años – Flores silvestres
Etapa 3: 1 a 5 años – Pasto alto
Etapa 4: 5 a 20 años – Arbustos: surgen por encima del pasto los juveniles de los primeros arbustos y árboles pioneros; se consolidan los primeros matorrales cerrados.
Etapa 5: 20 a 40 años – Matorral o bosque joven: la vegetación va ganando altura con los años; aparecen bromeliáceas y orquídeas.
Etapa 6: 100 años en adelante – Bosque alto: la vegetación va adquiriendo rasgos de bosque maduro (troncos muy gruesos, árboles de semillas grandes, jardines de plantas epífitas).

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