Sierra Nevada, Ciudad Perdida - R. Chay - 2006 |
Aquí se presenta una recopilación sobre la biodiversidad nativa de la Sierra Nevada de Santa Marta y sobre las especies de plantas más importantes para tener en cuenta en proyectos de restauración ecológica. La Sierra Nevada de Santa Marta es uno de los sitios más notables que hay en Colombia. Este macizo montañoso no sólo alberga los picos más altos del país, que se elevan hasta 5770 metros sobre el nivel del mar, sino que es también uno de los centros de endemismo más llamativos: decenas de especies de plantas y animales habitan sólo aquí y en ningún otro lado del mundo. Al mismo tiempo, y al igual que otras regiones del país, la Sierra Nevada ha venido sufriendo un progresivo deterioro ambiental. Bosques y páramos han sido gradualmente destruidos para transformarlos en zonas de cultivo y de pastoreo de animales; y el calentamiento global va causando el derretimiento de los glaciares y el desplazamiento de las zonas de vegetación.
Teniendo en cuenta que estas montañas han estado pobladas por seres humanos desde hace milenios, las alternativas de conservación más viables parecen ser aquellas que favorezcan la convivencia entre la gente y sus zonas de cultivo y pastoreo y las zonas con vegetación nativa de bosques y páramos. Un buen inicio para planear acciones de conservación es preguntarse: ¿Cómo eran los antiguos bosques que había en esta región? ¿Qué especies de plantas y animales vivían aquí? ¿Cuáles siguen existiendo todavía? ¿Cuáles son las especies endémicas (exclusivas) de la región? ¿Cuáles especies están más amenazadas de extinción? Si se va a favorecer la creación o ampliación de corredores de bosque en los linderos de las fincas, a orillas de los caminos y a lo largo de ríos y quebradas ¿cuáles son las especies de flora más adecuadas que se deberían plantar? La información que sigue responde precisamente a estas preguntas.
Las zonas medias de la Sierra Nevada de Santa Marta
Palicourea angustifolia |
Biodiversidad
Endemismo
Abanico colombiano (Myioborus flavivertex) - D. Beadle - 2010 |
La flora endémica incluye numerosas especies que sólo se encuentran en este macizo montañoso y que no se conocen de ninguna otra cordillera. Entre estas especies se cuentan varias acantáceas (Aphelandra mildbraediana, Habracanthus kirkbridei, H. malacus, Justicia kirkbridei), moquillo (Saurauia arnoldii), Dendropanax amplifolius, mano de león (Jungia calyculata), Pentacalia genuflexa, quiches (Mezobromelia hospitalis, M. magdalenae, Tillandsia brevior), Licania cuspidata, Erythrina santamartensis, mazorcas de agua (Gunnera sanctae-marthae, G. tayrona), platanillo (Heliconia sanctae-martae), salvias silvestres (Salvia carbonoi, S. libanensis), tusílago (Satureja andrei), tuno (Miconia smithii), angelitos (Monochaetum laxifolium, M. magdalenense, M. rotundifolium), varias otras melastomatáceas (Blakea schultzei, Graffenrieda santamartensis, Huilaea kirkbridei, Kirkbridea pentamera, K. tetramera), orquídea (Restrepia seketii), Cybianthus colombianus, cafeto de monte (Palicourea abbreviata), “manzano” (Pouteria arguacoensium) y cubio silvestre (Tropaeolum pellucidum).
Además de las endémicas estrictas, la Sierra Nevada de Santa Marta alberga una serie de especies adicionales de distribución relativamente restringida, compartidas con la serranía del Perijá, norte de la cordillera Oriental y los Andes de Venezuela. Entre estas especies se cuentan aves como la pava canosa (Penelope argyrotis), perdiz carinegra (Odontophorus atrifrons), tucancito verde (Aulacorhynchus sulcatus), tiranuelo de anteojos (Zimmerius improbus) y zarcerito encapuchado (Thlypopsis fulviceps); reptiles como el lagarto Stenocercus erythrogaster; y plantas como la palma de cera de la Sierra Nevada (Ceroxylon ceriferum), el bejuco Pentacalia scortifolia, la salvia azul (Salvia sphacelioides), el platanillo Heliconia mincana y la orquídea Odontoglossum nevadense.
Especies endémicas de Colombia, compartidas por la Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía de Perijá, incluyen el mastranto serrano (Hyptis diffusa), salvia roja (Salvia camarifolia) y los angelitos (Monochaetum cinereum, M. uberrimum).
¿Cuáles son las especies más amenazadas?
Pino colombiano (Podocarpus oleifolius, VU) |
Entre las plantas catalogadas como amenazadas se cuentan el pino colombiano (Podocarpus oleifolius, VU), pinos hayuelos (Prumnopits harmsiana, VU, P. montana, VU), pino romerón (Retrophyllum rospigliosii, NT), quiches (Guzmania pallida, EN, Mezobromelia hospitalis, EN, M. magdalenae, EN, Tillandsia brevior, CR), Licania cuspidata, CR, Stephanopodium aptotum, EN, mastrantos (Hyptis diffusa, EN, H. purdiei, EN), salvias silvestres (Salvia camarifolia, EN, S. carbonoi, VU, S. funckii, EN, S. libanensis, EN, S. sphacelioides, VU), tusílago (Satureja andrei, VU), cedro (Cedrela odorata, EN) y orquídeas (Odontoglossum naevium, VU, O. nevadense, EN, Restrepia seketii, VU). Aunque la mayor parte todavía no han sido evaluadas formalmente, es muy probable que casi todas las especies endémicas de flora mencionadas en la sección anterior estén amenazadas de extinción.
Es muy importante conocer y proteger estas especies. Conservarlas significa usualmente conservar su hábitat; si esto se logra hacer exitosamente, se pueden llegar a salvar centenares de otras especies de plantas y de animales que comparten su hogar con las especies amenazadas.
¿Cuál era la flora de los antiguos bosques?
Tronco de cuchillo (Zinowiewia australis) |
ÁRBOLES: Pino colombiano (Podocarpus oleifolius), pinos hayuelos (Prumnopitys harmsiana, P. montana), pino romerón (Retrophyllum rospigliosii), Paragynoxys undatifolia, cuchillo (Zinowiewia australis), gaque (Clusia multiflora), Tovomita weddelliana, Licania cuspidata, Stephanopodium aptotum, cadillón (Sloanea brevispina), gallinazo (Calatola costaricensis), Gustavia speciosa, lechero plomo (Pseudolmedia rigida), salvio lechoso (Morus insignis), chuguacá (Hieronyma moritziana), yolombó (Panopsis suaveolens), Prunus sp., calabacillo (Meliosma arenosa), cariseco (Billia rosea), “manzano” (Pouteria arguacoensium), caimo silvestre (Pouteria baehniana), cogote (Gordonia fruticosa). PALMOIDES: Palma de cera de la Sierra Nevada (Ceroxylon ceriferum), tagua, bombona (Dictyocaryum lamarckianum), palmas (Chamaedorea linearis, Ch. pinnatifrons, Geonoma orbignyana, G. undata, Prestoea acuminata). TREPADORAS: Monstera, Blakea schultzei, zarzaparrilla (Smilax). ARBUSTOS: Aphelandra mildbraediana, Habracanthus kirkbridei, H. malacus, Cybianthus colombianus, cafetos de monte (Palicourea abbreviata, P. angustifolia, Psychotria spp.) HIERBAS: Helechos (Blechnum, Elaphoglossum, Lophosoria quadripinnata, Serpocaulon fraxinifolium), anturios (Anthurium nymphaeifolium, A. spp.), mano de león (Jungia calyculata), Columnea sanguinea, Stromanthe jacquinii. EPÍFITAS: Helechos (Asplenium, Campyloneurum, Elaphoglossum, Nephrolepis, Niphidium, Serpocaulon, etc.), Anthurium crassinervium, A. scandens, quiches (Guzmania pallida, Mezobromelia hospitalis, M. magdalenae, Racinaea crispa, R. penlandii, Tillandsia brevior, T. complanata, T. fendleri, Vriesea tequendamae), orquídeas (Odontoglossum naevium, O. nevadense, Pleurothallis, Restrepia seketii), Peperomia spp.
¿Cuáles especies plantar?
Heliconia latispatha |
ÁRBOLES: Cedrillo (Brunellia comocladifolia), encenillo (Weinmannia pinnata), tíbar (Escallonia paniculata), carcomo (Alchornea triplinervia), guamos (Inga spp.), balso blanco (Heliocarpus americanus), Graffenrieda santamartensis, tuno (Miconia smithii), cucharo (Myrsine coriacea), fruta de pava (Guettarda crispiflora), yarumo (Cecropia angustifolia). PALMOIDES: Palmas bobas (Cyathea spp.). TREPADORAS: Pecosa (Bomarea edulis), Baccharis trinervis, Pentacalia genuflexa, P. scortifolia, curuba silvestre (Passiflora semiciliosa). ARBUSTOS: mastranto serrano (Hyptis diffusa), salvias silvestres (Salvia camarifolia, S. carbonoi, S. funckii, S. libanensis, S. sphacelioides), tunos (Miconia theaezans, M. spp.), angelitos (Monochaetum cinereum, M. laxifolium, M. magdalenense, M. rotundifolium, M. tetrandrum, M. uberrimum), cordoncillos (Piper spp.), chusque (Chusquea purdieana) , borrachero (Brugmansia candida). HIERBAS: mazorca de agua (Gunnera sanctae-marthae, G. tayrona), platanillos (Heliconia burleana, H. latispatha, H. mincana, H. sanctae-martae), mastranto azul (Hyptis purdiei).
Entre los árboles, también resultan adecuados para plantar los moquillos (Saurauia arnoldii, S. scabra, S. yasicae), bergaño (Mauria heterophylla), Dendropanax amplifolius, granizo (Hedyosmum racemosum), Erythrina santamartensis, amarillo (Nectandra purpurea) y matapalos e higuerones (Ficus spp.)
Para cubrir barrancos resultan especialmente adecuadas las siguientes especies: palmas bobas (Cyathea spp.), helecho (Lophosoria quadripinnata), chilco (Baccharis trinervis), angelitos (Monochaetum cinereum, M. laxifolium, M. magdalenense, M. rotundifolium, M. tetrandrum, M. uberrimum) y chusque (Chusquea purdieana).
En cimas y laderas altas de montaña, donde el suelo es superficial y hay una gran exposición al viento, son particularmente apropiados el encenillo (Weinmannia pinnata), gaque (Clusia multiflora), aguacatillo (Persea caerulea), cucharo (Myrsine coriacea), angelitos (Monochaetum spp.), tunos (Miconia spp.) y quina (Ladenbergia moritziana).
No hay comentarios:
Publicar un comentario