domingo, 28 de septiembre de 2025

Conversaciones entre los Andes y la Amazonía - Parte 2 - La migración en el agua

Dorado (Brachyplatystoma rousseauxii) - Cool critter channel - 2025
En un mundo tan variado, lleno de tantos matices y diferencias, me gusta ir buscando las conexiones y afinidades. Incluso las que pueda haber entre lugares, seres y personajes que parecieran tener poco en común. Como las que pueda haber entre los elevados Andes, donde vivo, y la enorme cuenca del Amazonas, que se extiende al lado de esta cordillera, por la inmensidad del oriente, hasta el océano Atlántico. Son las conexiones entre una Amazonía muchísimo más antigua que las cordilleras. Entre una cordillera que reversó el flujo del río más grande del mundo, cortando su acceso hacia el Pacífico y haciendo que volteara su curso hacia su ruta actual, al Atlántico. Entre unos Andes que han separado, un poco, la gran selva de otras selvas. Entre una cuenca baja desde la que han ido trepando, por millones de años, toda clase de organismos a las nuevas cordilleras, a medida que éstas se levantaban. Entre unos Andes que han enriquecido la cuenca amazónica con inmensas cantidades de sedimentos, que bajan por los así llamados ríos de “aguas blancas”. Entre unos Andes que han añadido una cadena montañosa nueva, para formar, al norte de Sudamérica, una compañera a los viejísimos cerros del escudo guayanés… esas montañas que aún existen, reverberantes de vida, aunque parecieran estar desapareciendo desde hace millones de años. Uno de los seres que conecta estos dos mundos es el gran pez conocido como “dorado” (Brachyplatystoma rousseauxii), que emprende la migración más grande de agua dulce que se conoce en el mundo.

Viajeros en los ríos

Agua y selva - N. Palmer - CIAT - 2011
Entre los pulsos más conocidos en el mundo están las migraciones anuales de las aves, algunas más largas, para escapar de las temporadas invernales de los hemisferios norte y sur. O más cortas, quizás subiendo y bajando por una cordillera para cambiar regularmente de lugar, en búsqueda de sitios adecuados para alimentarse o para criar. Lo que menos personas saben es que bajo la superficie de los ríos también tienen lugar migraciones. Y que una de las más espectaculares ocurre entre los grandes ríos que bajan de las cordilleras andinas y la desembocadura del río Amazonas, en una extensión que abarca miles de kilómetros.

El protagonista es el dorado, un gran bagre cuyos ejemplares más grandes pueden medir casi 2 m de longitud y alcanzar 100 kg de peso (aunque por la sobrepesca, ahora normalmente se encuentran individuos mucho más pequeños). Desde hace mucho tiempo, los pescadores de la Amazonía han notado que algunos peces hacen desplazamientos y que hay períodos regulares donde arriban gran cantidad de ejemplares a una localidad dada, en un fenómeno conocido como “subienda”. Pero sólo recientemente, en los últimos 30 años, los científicos han logrado obtener las pruebas necesarias que confirman estos desplazamientos y dan cuenta de su increíble magnitud. Estas pruebas se han logrado analizando el tamaño y presencia de ejemplares de diferentes edades en distintas localidades y fechas; analizando la composición de los otolitos (estructuras calcificadas presentes en el oído interno de los peces, que pueden guardar señales químicas particulares del curso de agua donde han vivido estos animales); y estudiando su diversidad genética a lo largo de la gran cuenca. Así es como ahora se conoce mejor su gran historia.

A la deriva

Delta del Amazonas visto desde el espacio - NASA - 1991
Cada año, los dorados adultos llegan nadando contra corriente, acercándose a la cordillera de los Andes. Por medio de sentidos que aún no se han estudiado (quizás por el olfato, como otros peces migratorios), cada pez se dirige al tributario que lo vio nacer. Por ejemplo, en Colombia, la población amazónica de estos peces llega a los ríos Caquetá y Putumayo. Allí, los dorados desovan. De los huevos nacen las pequeñas larvas, las cuales se dejan llevar a la deriva por la corriente hasta el canal principal del río Amazonas. Los juveniles se dejan llevar todo el camino, en un viaje que, dependiendo de la región de la Amazonía donde nazcan, puede extenderse entre 3000 a 5800 km, llegando hasta el estuario del río Amazonas, donde el río gigante desemboca en el océano Atlántico. Por la velocidad de la corriente, se estima que, desde que nacen, los pequeños peces tardan entre dos a tres semanas en completar este larguísimo viaje a la deriva.

En el estuario y de regreso

Ya en el estuario, donde las ricas aguas favorecen un gran desarrollo de la vida sumergida, los juveniles dejan de viajar e inician una etapa dedicada al crecimiento, donde se alimentan de otros peces y van ganando rápidamente tamaño y peso. A los 2 o 3 años de edad, ya han crecido mucho. Entonces, llamados por el instinto, inician lentamente su vuelta de regreso. Primero van subiendo hasta la parte baja del canal principal del río Amazonas. Allí permanecen cerca de 1 año más, aprovechando la abundante presencia de peces para alimentarse. Luego de este período, se reúnen en cardúmenes y emprenden el recorrido hacia occidente, nuevamente hacia la cercanía de las cordilleras andinas, de donde descienden las aguas blancas tan ricas en nutrientes que les han dado la vida. Para poner huevos en ellas y repetir el ciclo una vez más.

Récord mundial

Ilustración de un dorado - J. Burkhardt - 1885
El desplazamiento mencionado significa que algunos ejemplares adultos, desde su nacimiento hasta su regreso a su río de nacimiento, pueden haber completado un viaje de hasta 11600 km, logrando así un récord mundial; ésta es, de lejos, la migración más larga de un pez de agua dulce en el planeta entero. Más larga también que la de algunos peces que desovan en ríos y crecen en el mar, como los salmones. Y casi tan larga como la legendaria migración de las anguilas europeas que viajan desde los ríos de este continente hasta el mar de los Sargazos. Una vez desovan, los dorados adultos ya no vuelven a emprender el viaje hasta la desembocadura del río Amazonas; sólo las larvas y juveniles lo harán. Más bien, estos peces adultos emprenden desplazamientos más cortos, aguas abajo, que aún no se conocen en detalle, pero que de todas formas podrían alcanzar 1000 a 2000 km o más de distancia. Desde estos sitios de alimentación, continúan regresando todos los años a su cuenca de nacimiento para reproducirse.

Las amenazas

Estos desplazamientos tan largos convierten al dorado en una especie muy propensa a ir desapareciendo a medida que se construyen diques en la cuenca amazónica. En las últimas décadas, se han ido construyendo cada vez más más embalses en la región, para suplir de electricidad a las ciudades y las industrias, cada vez más hambrientas de energía. Estos proyectos incluyen en su diseño escaleras para peces, con las cuales se busca permitir que estos animales acuáticos puedan continuar sus viajes, superando los diques. Pero su efectividad para permitir el paso de los bagres dorados río abajo y río arriba aún no ha sido demostrada. Todo lo contrario, los peces parecen quedar atrapados en la cuenca alta de los ríos y el viaje al estuario no vuelve a ocurrir. Los pescadores de las cuencas altas afectadas han registrado, luego de ser completados los diques, una disminución en la captura de dorados. Algo preocupante, ya que esta especie es una de las más importantes para las pesquerías comerciales de la Amazonía. Si los sistemas que permiten el paso de peces por los embalses no son mejorados y la construcción de diques continúa, la migración más larga de agua dulce podría llegar a desaparecer. 

Misterios en la vida del dorado

Aún quedan muchos misterios por resolver en la vida del dorado. No todas las poblaciones de este pez crían en la cuenca Amazónica. También existe una población en el río Orinoco, que, en Colombia por ejemplo, sube durante las temporadas de aguas altas a los ríos Arauca, Casanare, Meta y Guaviare. Sería clave estudiar esta población para ver si sus juveniles crecen en el área cercana a la desembocadura del Orinoco, de manera análoga a las poblaciones amazónicas. También sería muy interesante estudiar mejor la presencia de esta especie en los ríos de aguas negras en la Amazonía (por ejemplo los ríos Negro, Tapajós, Xingú). Aunque estos ríos más pobres en nutrientes no parecen proveer mucho alimento para poblaciones grandes de dorados, sí se ha reportado la presencia de estos peces allí. Incluso hay registros de un ejemplar joven en el río Branco, tributario del Negro, lo que abre las puertas a la posibilidad de que haya actividad reproductiva en esta cuenca también.

Pulsos y más pulsos 

Mientras los humanos nos hacemos estas preguntas, bajo el agua, los grandes peces siguen con sus viajes, como lo han hecho por millones de años. Como uno de los pulsos del continente, que se suma al de las aves que viajan todos los años desde el cono sur hacia el norte y luego de regreso; el de las aves que vienen de Norteamérica y pasan el invierno aquí; el de muchas polillas grandes y sus misteriosos ascensos a las cordilleras; el de los colibríes que suben y bajan por las montañas; el de los guácharos que crían en las montañas y bajan a alimentarse a las grandes selvas. Y muchos otros, algunos conocidos, otros que quizás algún día percibamos. Mientras los pulsos sigan, la vida, tanto en las montañas como en las llanuras, seguirá también.


Dorado - Christopher, Tania e Isabelle Luna - 2010


domingo, 6 de julio de 2025

Insectos de la Reserva Natural Cañón del Río Claro

Saltamontes (Agriacris plagiata), habitante de Río Claro

La reserva natural Cañón del Río Claro, situada en los municipios de San Francisco y Sonsón (Antioquia), es una de las áreas más interesantes, con mayor concentración de biodiversidad, y de mayor importancia para la conservación en la región del Magdalena Medio en Colombia. Su fauna de insectos es espectacular por su diversidad, por lo atractivas que son algunas especies, por la rareza de otras y por la presencia de especies endémicas.

Los hábitats selváticos, la orilla del cristalino río, las quebradas que atraviesan el bosque, los bordes y claros soleados, cada uno de estos hábitats es el hogar de insectos característicos, que contribuyen a generar esta comunidad tan variada de especies. Aquí es el hogar del caballito de diablo gigante, que semejando un pequeño helicóptero, en vuelo lento entre el juego de luces y sombras del bosque, va soltando destellos azules mientras busca telarañas para atrapar a sus tejedoras y alimentarse de ellas. De los caballitos del diablo rojos y los azules, que descansan sobre las hojas a lo largo de las quebradas. Del saltamontes de ojos anaranjados, con el cuerpo verde brillante como una esmeralda. De los saltamontes payasos, que se sientan con las patas abiertas a lado y lado del cuerpo, mientras mastican helechos. De los destellos amarillos y azules de la gran mariposa Morpho cypris mientras vuela río arriba y río abajo. De los ejércitos depredadores de hormigas legionarias, que se deslizan por la hojarasca y los troncos caídos, como si se tratara de una delgada y larguísima corriente de agua café. De las pequeñas hormigas arborícolas que plantan jardines de peperomias, bromeliáceas y orquídeas sobre sus nidos de cartón.

Estos son apenas unos poquísimos ejemplos de un mundo inmenso, a menudo oculto por su pequeña talla y nuestra falta de atención. Una recopilación de las especies que han sido identificadas hasta el momento incluye algo más de 1000 morfoespecies de 131 familias. Estas cifras convierten al Cañón del Río Claro en una de las reservas privadas con mayor riqueza en insectos en toda Colombia. Teniendo en cuenta, además, que la cifra real de especies de insectos del lugar es aún varias veces más alta. Con más exploraciones y trabajo de identificación, se puede estimar que terminarán encontrándose en ella algunos miles de especies de este grupo de invertebrados.

Las cifras confirman la importancia de la región del Río Claro para la conservación, que ya ha sido demostrada por medio de estudios de otros grupos de organismos más conocidos, como plantas vasculares, reptiles, anfibios, aves y mamíferos.

Algunos de los trabajos que se han publicado sobre insectos de la reserva incluyen el de Amarillo (1999) sobre las hormigas, Bernal y Martínez (2023) con registros de algunas polillas presentes en el lugar, Franco et al. (2019) sobre los escarabajos coprófagos y Garwood y Jaramillo (2016) sobre las mariposas de la reserva. Además, hay registros dispersos en catálogos y revisiones sobre ciertos órdenes y familias que abarcan un rango geográfico más amplio, nacional. Entre ellos los de González (2014), Ramírez (2008), Sepúlveda & Rubio (2009), Vivero et al. (2010) y Wolff et al. (2016).

Se han complementado estos registros con los realizados por mí, en numerosas visitas realizadas sobre todo entre los años 2006 y 2009. Y con las más de 14.000 observaciones de especies subidas a la plataforma Naturalista Colombia (iNaturalist), hechos por más de 500 usuarios, los cuales pueden ser consultados en el Proyecto “Biodiversidad de la cuenca del Río Claro”, creado en esta plataforma en el año 2017 para visualizar los registros hechos en esta región tan especial (https://colombia.inaturalist.org/projects/biodiversidad-de-la-cuenca-del-rio-claro?tab=observations)

Para minimizar el riesgo de incluir especies mal determinadas en Naturalista, se revisaron una a una las especies registradas, dando preferencia a aquellos registros identificados por especialistas en cada grupo de insectos; o comparando los registros con otros identificados por especialistas en otras regiones. Asegurándose en cada caso que el rango de distribución coincidiera con el de cada especie en cuestión. Y excluyendo todos los demás registros que se consideraran de identificación sospechosa o posiblemente errónea.


Especies endémicas

Saltamontes payaso (Homeomastax dereixi)

En Río Claro, los saltamontes y grillos (Orthoptera) son el grupo de insectos que muestra el mayor número de endemismos (es decir, especies de distribución restringida, que en todo el planeta habitan apenas únicamente en una pequeña región, a menudo en un único país – son especies claves para conocer y conservar). Entre ellos el saltamontes payaso Homeomastax dereixi, los saltamontes acrídidos Coscineuta trochilus y Oedalacris antennata, el romaléido Caenolampis magdalenensis y el tetigónido Macrochiton heros.

Por el contrario, con el conocimiento actual, otros grupos de insectos muestran pocas especies endémicas; destacando el insecto palo Spinocloidea armata y la mariposa Symmachia splendida.

Sin duda, el número real de insectos endémicos presente en Río Claro es mucho mayor y en la reserva debe haber decenas de especies de distribución restringida esperando ser descubiertas. Entre las morfoespecies distintivas, identificadas hasta el momento solo a nivel de género o familia, posiblemente algunas revelen, cuando se las estudie en detalle, ser nuevas especies endémicas. También cuando se hagan análisis de ADN a morfoespecies que resultan ser complejos de especies, es posible que se terminen descubriendo especies endémicas adicionales.

Podemos quedar atentos a estos nuevos descubrimientos del futuro. Como un abrebocas de estos hallazgos, a comienzos de 2025 se describió en zonas cercanas a la espectacular polilla Tigridania magdalenae, de grueso abdomen amarillo y rojo marcado con bandas negras; interesante ver si esta especie termina apareciendo en el cañón del Río Claro.


Dónde crían las especies

SUELO

En Río Claro, como en otras partes del mundo, los suelos saludables albergan enormes poblaciones de insectos que son propios de estos ambientes. Aquí se ocultan bajo la hojarasca, en túneles y entre los millones de partículas que componen este hábitat. Especies pequeñitas, como los colémbolos, que se alimentan de materia orgánica, están en la base de la cadena alimenticia. Las termitas, consumidoras de celulosa que extraen de la madera muerta y la hojarasca, y las hormigas, que suelen ser depredadoras, carroñeras u omnívoras, alcanzan sus máximas poblaciones en los ecosistemas húmedos y calurosos y, por su actividad e inmensa abundancia, son determinantes en la configuración de los ecosistemas de suelos de río Claro. Otros insectos habitantes del suelo son las larvas de varios escarabajos, que se alimentan de raíces o de materia orgánica, o que son depredadoras. También las larvas de algunas moscas, depredadoras o detritívoras. Y las larvas de las chicharras, que se alimentan de la savia de raíces.

En sitios más abiertos y bien iluminados, se establecen algunos grillos que cavan túneles. Avispas cazadoras de arañas, que también cavan madrigueras para almacenar allí a sus presas paralizadas por su veneno. Y abejas solitarias, cuyas madres solteras cabeza de familia también excavan nidos y luego los aprovisionan con néctar y polen para sus larvas.


AGUA

La presencia de agua, sea en forma de corrientes como el río y sus quebradas tributarias, sea en forma de charcas e incluso las pequeñas cantidades de líquido acumuladas en agujeros en los troncos y en las rosetas de bromeliáceas, permite que en Río Claro críen insectos que pasan su etapa larval sumergidos en ella. Estas especies son las efímeras, libélulas y caballitos del diablo, falsa machaca (Corydalus), frigáneas, plecópteros, zancudos y algunas moscas como especies de Quichuana y tábanos. Varios de estos insectos, en particular las efímeras, falsa machaca, frigáneas y plecópteros, sólo pueden existir cuando las corrientes de agua son limpias y bien oxigenadas; su abundancia en el río Claro es entonces una señal positiva, de un ambiente acuático que presenta buenas condiciones para la vida, no sólo de estos invertebrados, sino de una muy amplia gama de formas de vida.


PLANTAS

Mariposa (Colobura annulata)

Entre los herbívoros más importantes del mundo están las orugas de mariposas y polillas. Muchos grupos de estos insectos se especializan en comer plantas de ciertas familias o géneros botánicos, alimentándose solo de ellas. Otras familias y géneros de mariposas y polillas se alimentan de muchas plantas distintas, que guardan poca relación entre sí. En general, cuanto mayor es la diversidad de especies de flora de un ecosistema, mayor es la variedad de mariposas y polillas que éste puede albergar.

Entre las asociaciones planta-polilla y planta-mariposa más notables que se pueden mencionar para Río Claro están:

Arecáceas (familia de las palmas) – Sus hojas y cogollos son un alimento clave para las orugas de las mariposas Aides dysoni, Cabalus fidicula, Carystoides spp., Carystus spp., Orphe vatinius, Tromba xanthura, Antirrhea philaretes, Caerois gerdrudtus, Catoblepia xanthicles y Opsiphanes quiteria. También, posiblemente, polillas Herminodes.

Euforbiáceas (familia de la ceiba de leche, inchi y yuca) – Sus hojas son un alimento clave para las orugas de mariposas de los géneros Biblis, Catonephele, Dynamine, Ectima, Fountainea, Hamadryas, Memphis, Nessaea, Panacea y Thisbe. Así como de las polillas Coenostolopsis apicalis, Urania fulgens y Erinnyis alope

Fabáceas (familia del bejuco cadena, congolo, guamos, fríjoles, lomo de caimán y suribio) – Sus hojas y legumbres son un alimento clave para las orugas de las polillas y mariposas de los géneros Maruca, Hapigia, Hemiceras, Nycterotis, Rosema, Ascalapha, Coenipeta, Epitausa, Feigeria, Helia, Isogona, Oxidercia, Ramphia, Macaria, Adeloneivaia, Syssphinx, Astraptes, Augiades, Cecropterus, Cogia, Ectomis, Epargyreus, Phanus, Polygonus, Spicauda, Telegonus, Telemiades, Cupido, Hemiargus, Ministrymon, Panthiades, Symbiopsis, Morpho, Abaeis, Anteos, Dismorphia, Moschoneura, Phoebis, Rhabdodryas, Lasaia, Melanis y Nymphidium.

Heliconiáceas (familia de los platanillos) – Sus hojas (y a menudo las de otras plantas afines, de grandes hojas, como bijaos y plátanos) son un alimento clave para las orugas de las polillas Telchin atymnius y mariposas Calpodes, Talides, Thracides, Caligo y Pierella

Lauráceas (familia de los cominos, laureles y yumbé) – Sus hojas son un alimento clave para las orugas de polillas Nesara y de algunas mariposas, p. ej. Quadrus tetrastigma, Papilio zagreus y Archaeoprepona.

Malpigiáceas (familia del yagé) – Las hojas de lianas y árboles de esta familia son un alimento clave para las orugas de las mariposas Camptopleura auxo, Ebrietas anacreon, Gorgythion begga, Helias cama, Mylon maimus y Pheles strigosa.
Ala de la mariposa Hamadryas laodamia

Malváceas (familia de las ceibas, malaganos, peine de monos y escobas) – Sus hojas son un alimento clave para las orugas de mariposas y polillas de los géneros Eulepidotis, Titaea, Macrosoma, Anisochoria, Burnsius, Canesia, Heliopetes y Xenophanes.

Moráceas (familia de los guáimaros, higuerones, matapalos, verruga de pisco, etc.) – Sus hojas son el alimento clave para las orugas de mariposas y polillas Ornarantia, Glyphodes sibillalis, Quentalia, Correbia, Pachylia y Marpesia.

Pasifloráceas (familia de las granadillas, gulupas y maracuyá) – Sus hojas son el alimento clave para orugas de la polilla Lyces flavissima y de mariposas heliconinas (Dione, Dryadula, Dryas, Eueides, Heliconius y Philaethria).

Piperáceas (familia de los cordoncillos) – Sus hojas son el alimento clave para orugas de polillas Eois y de mariposas de los géneros Quadrus, Heraclides, Consul y Memphis.

Poáceas (familia de los pastos, gramas, carrizos y guaduas) – Sus hojas son el alimento clave de las orugas de mariposas del grupo de las Satyrinae (Argentaria, Caligo, Cissia, Hermeuptychia, Magneuptychia, Pareuptychia, Pierella, Posttaygetis, Pseudodebis, Taygetina, Taygetis, Vanima), así como algunas mariposas de la familia Hesperiidae (p. ej. Anthoptus, Callimormus, Conga, Metron, Niconiades, Nyctelius, Onophas, Panoquina, Perichares, Phanes, Remella y Vehilius).

Rubiáceas (familia de los aguadulces, barba de gallo, cafetos, cascarillos y jagua) – Sus hojas son el alimento clave para las orugas de polillas Syngamia y Xylophanes; y de mariposas Adelpha, Leucochimona, Mesosemia y Perophthalma.

Rutáceas (familia de los limones, mandarinos y tachuelos) – Sus hojas son el alimento clave para las orugas de mariposas Achlyodes, Aethilla, Camptopleura, Eantis y Heraclides.

Sapindáceas (familia de los bejucos ojo de perdiz y mestizos) – Sus hojas son el alimento clave para las orugas de mariposas Nascus phocus, Pellicia arina, Callicore lyca, Callicore pitheas, Catagramma tolima, Nica flavilla, Pyrrhogyra crameri, Temenis laothoe y Temenis pulchra.

Solanáceas (familia de los borracheros, friegaplatos, galán de noche y tomates) – Sus hojas son el alimento clave para las orugas de polillas Manduca y de mariposas Arawacus, Nisoniades, Godyris, Hypoleria, Hypothyris, Ithomia, Mechanitis, Melinaea, Napeogenes, Oleria y Thyridia.


Fulgórido (Enchophora) - camuflaje perfecto en la corteza

Al observar este listado, que lejos de pretender ser completo, muestra sólo ejemplos conocidos, resulta evidente que conservar toda la variedad de especies y formas de crecimiento (árboles, arbustos, trepadoras, epífitas, hierbas, etc.) que crecen en una selva es fundamental para poder mantener todo un conjunto completo de mariposas, polillas y otros insectos que viven en la vegetación.

Es interesante anotar que en la literatura se encuentran registros de las plantas hospederas de la mayoría de mariposas diurnas que han sido registradas en Río Claro – aunque las familias de los hespéridos, licénidos y riodínidos incluyen varias especies donde sus ciclos de vida son aún desconocidos. Las polillas, por el contrario, se conocen mucho menos – a solo cerca de la mitad de las especies identificadas en Río Claro se les conocen sus plantas hospederas.

Otros insectos que crían sobre las plantas y se alimentan de ellas son los saltamontes, insectos palo y ciertos escarabajos, especialmente los crisomélidos y curculiónidos. Algunos de los miembros más grandes de esta última familia, como Dynamis borassi, de unos 5 cm de longitud, se especializan en alimentarse de palmas, donde sus larvas excavan túneles en el área de la corona para alimentarse de los tejidos de estas plantas.

Oruga indeterminada, trepando por su hilo de seda

Algunos grupos como los escarabajos bruquinos y ciertos curculiónidos se especializan en criar dentro de frutos y semillas. Los primeros pueden considerarse entre los mayores depredadores de semillas en los ambientes boscosos tropicales.

También están los insectos chupadores de savia, la mayoría de ellos pertenecientes al orden de los hemípteros. Entre ellos destacan los grandes fulgóridos, con un camuflaje perfecto que les permite posarse desapercibidos entre los líquenes y musgos de las cortezas. Los membrácidos, con sus extrañas formas y sus interesantes costumbres familiares, donde los adultos cuidan a las crías. Los coréidos, algunos de tamaño considerable. Y los cicadélidos o chicharritas, de talla pequeñita, pero atractivos por sus increíbles diseños y colores.

Para concluir, podemos mencionar a los insectos que crían sobre la vegetación, pero no se alimentan directamente de las plantas sobre las que viven. Pueden ser especies depredadoras como las mantis, chinches asesinas, ciertas hormigas, avispas y larvas de moscas Syrphidae. También especies omnívoras como algunas hormigas, que, además de alimentarse de materia de origen animal, toman los exudados dulces de pulgones y otros insectos chupadores, recolectan néctar y se alimentan de la nutritiva cobertura que cubre algunas semillas.


HONGOS

Moscas Drosophididae bajo un hongo

Los cuerpos fructíferos de hongos basidiomicetes forman un sustrato especial para el desarrollo de ciertos insectos especializados. Por ejemplo, en ellos crecen, alimentándose de sus tejidos, larvas de escarabajos de los hongos (Erotylidae, Endomychidae); los adultos son insectos muy atractivos, con vistosos diseños de manchas y puntos y colores que incluyen amarillos, anaranjados, cafés y morados.

Otros insectos donde sus larvas crían en hongos son larvas de ciertas moscas, por ejemplo drosofílidas.

Algunas orugas de polillas de Río Claro consumen líquenes, organismos que resultan de la simbiosis entre un hongo y un alga. Entre estas polillas comedoras de líquenes están Abrochocis esperanza, Agylla, Balbura, Eudesmia lunaris, Eudesmia cf. menea y Lycomorphodes sordida.


MADERA EN DESCOMPOSICIÓN

Cada vez que muere un árbol, no es el final de la vida. De hecho, sobre la madera muerta empieza a crecer otro mundo, que no podría existir si todos los árboles siempre estuvieran perfectamente sanos. Sin este mundo de la descomposición, no habría nuevos nichos y nutrientes disponibles para que la vida continúe y la selva renazca. Entre los insectos que viven en la madera en descomposición destacan los escarabajos longicornios (cerambícidos), algunos pequeñitos, otros espectaculares por su gran talla, como Acrocinus longimanus.

De madera muerta también se alimentan las larvas de otros escarabajos, como curculiónidos, pasálidos, escarabajos rinoceronte y otros miembros de la familia Scarabaeidae. Las larvas de ciertas moscas también viven en la madera muerta, alimentándose de materia orgánica en descomposición.


OTRA MATERIA ORGÁNICA EN DESCOMPOSICIÓN (EXCREMENTOS, CADÁVERES)

Los excrementos también son alimento para insectos especializados. Por ejemplo son el lugar donde crían algunas especies de moscas. Y los escarabajos estercoleros, que en Río Claro están representados por géneros como Canthidium, Canthon, Coprophanaeus, Deltochilum, Dichotomius, Digitonthophagus (éste último exótico, originario de África y Asia), Eurysternus, Onthophagus, Phanaeus, Sulcophanaeus y Uroxys. Estos insectos, aunque su dieta nos pueda parecer poco apetitosa, hacen un trabajo esencial para que en los ecosistemas no se acumule materia en descomposición y se reciclen adecuadamente los nutrientes.

Algunos escarabajos, incluyendo especies del grupo de los estercoleros, también se alimentan de carroña. Otros importantes insectos que se alimentan de cadáveres son las moscas de las familias Calliphoridae y Sarcophagidae.


CAVIDADES

En agujeros húmedos de los troncos y rocas, así como en cuevas de mayor tamaño, viven comunidades especiales de insectos, sumergidas en un mundo de oscuridad perpetua. Como ciertas cucarachas que se alimentan del excremento de guácharos y murciélagos, así como de otra materia orgánica disponible.

En cavidades de troncos crían instalan sus nidos ciertas avispas y abejas silvestres.


INVERTEBRADOS

Hay insectos que ponen sus huevos sobre sobre otros insectos o sobre otros invertebrados. Entre ellos están los depredadores más importantes de orugas de mariposas y polillas, las avispas bracónidas, icneumónidas y calcídidas. También moscas de la familia de las taquínidas. Una vez eclosionan los huevos, las larvas penetran en su interior, alimentándose de ella mientras aún está viva; y causando en la mayoría de los casos su muerte. Tras lo cual emergen para empupar. Estos depredadores son tan importantes, de hecho, que se puede afirmar que, si no existieran, las poblaciones de orugas se saldrían de control y causarían daños muy graves en los ecosistemas, defoliando por completo las plantas de las que se alimentan.

Las familias de avispas y moscas mencionadas anteriormente también incluyen especies que son parasitoides de otros grupos de insectos, incluyendo escarabajos, moscas, abejas y otras avispas.


Insectos comunes

La polilla diurna Urania fulgens

En todos los ecosistemas, la mayoría de especies de organismos pueden considerarse relativamente escasas o difíciles de encontrar. Cuando las buscamos, la mayoría de ellas sólo las hallaremos en forma ocasional. En algunos casos incluso una única vez en nuestras vidas. Por el contrario, en todo ecosistema siempre hay un porcentaje pequeño de especies (quizás un 10 o 20% del total) que dominan por completo, por su abundancia y, a veces, su tamaño o vistosidad. El mundo de los insectos de Río Claro no es la excepción. Mientras que una inmensa variedad de insectos pasará desapercibida y no la veremos en una visita dada, unas pocas especies destacan por ser comunes y fáciles de ver. Como ejemplos de estos insectos comunes podemos mencionar los siguientes.

Megaloprepus caerulatus – Uno de los mayores miembros del grupo de las libélulas y caballitos del diablo, este espectacular insecto recorre el bosque a baja velocidad, buscando arañas para en sus telas, para alimentarse de ellas. Pone sus huevos en agujeros en los árboles, donde se acumula agua de lluvia; entre sus troncos favoritos para poner huevos están los del árbol conocido localmente como “lomo de caimán” (Platypodium elegans).

Leptonema sp. – Una de las frigáneas, insectos que pasan la mayor parte de su vida como larvas bajo el agua de corrientes limpias y bien oxigenadas. Estas larvas construyen un estuche de grava, arena y otros residuos. Así, bien protegidas, se dedican a filtrar partículas orgánicas en el agua para alimentarse.

Arawacus lincoides – Una pequeña mariposa, de veloz vuelo. Cuando se posa sobre una hoja, se la puede ver moviendo las colitas que tiene en la parte posterior de las alas traseras; así, estas colitas semejan antenas y, eventualmente, pueden desviar hacia ellas el picotazo de algún ave que intente cazarla. Como las colitas se rasgan fácilmente, dejan escapar a la mariposa, salvando su vida. Sus orugas se alimentan de plantas del género Solanum.

Megalopyge albicollis – Las orugas de esta polilla parecen una peluca de color café y son sumamente urticantes; en el campo son conocidas como “gusano pollo”. Estas orugas se alimentan de una gran variedad de plantas distintas.

Sosxetra grata – Una polilla nocturna de apariencia muy particular por los largos pelos que adornan sus patas. Está asociada con plantas de la familia del cedro y bilibil (meliáceas), de las cuales se alimentan sus orugas.

Adelpha cytherea – Una mariposa de veloz vuelo, que se posa sobre las hojas para asolearse y visita flores en la parte alta del bosque.

Anartia amathea – Una de las mariposas más comunes de Colombia, en climas calientes y templados, siempre y cuando no sean demasiado secos. Inconfundible por su patrón rojo y oscuro, marcado por puntitos blancos. Es propia de zonas abiertas, donde busca hierbas y arbustos de la familia de las acantáceas para poner sus huevos.

Callicore lyca – Esta vistosa mariposa a menudo se encuentra en el suelo, libando la arena mojada. Sus orugas se alimentan de plantas de la familia de las sapindáceas, que incluyen algunas importantes lianas del bosque.

Catagramma tolima – La parte ventral de las alas, expuesta cuando la mariposa las tiene cerradas, tiene dibujado un número “80” (o “08”, dependiendo de cómo se lea). Sus orugas, al igual que las de varias otras mariposas y polillas del bosque, se alimentan de sapindáceas, las cuales incluyen algunas importantes lianas del bosque.

Chlosyne narva – Mariposa común en bordes de caminos y áreas relativamente abiertas y soleadas, donde crecen las plantas de las que se alimentan sus orugas: hierbas de la familia de las acantáceas y amarantáceas.

Dynamine postverta – Una pequeña mariposa, de tonos azul claro brillante y veloz vuelo. En ocasiones baja a tomar líquidos en la arena húmeda. Sus orugas se alimentan de las hojas de delicados bejucos de la familia de las euforbiáceas (Dalechampia, Tragia).

Eresia emerantia – Esta mariposa naranja y negra recorre los sitios bien iluminados a lo largo de los caminos y en bordes de bosque. Sus orugas se alimentan de acantáceas.

Heliconius erato – Una bella mariposa negra y roja. Las toxinas acumuladas durante su etapa de oruga comiendo trepadoras de la familia de las pasifloras, hacen que los adultos tengan un vuelo tranquilo y no sean atacados por los depredadores.

Marpesia furcula – Mariposa con colitas en las alas posteriores, muy vistosa por su coloración con parches azules y café-naranjas. Sus orugas quizás se alimenten de plantas de la familia de las moráceas, como otras especies del género.

Morpho helenor – Una de las espectaculares mariposas de color azul reluciente que recorre los bosques de Río Claro. Entre otras plantas, sus orugas se alimentan de hojas de algunas leguminosas, como guamos y bejucos Machaerium.

Pierella luna – Una mariposa del sombreado sotobosque, donde permanece largos ratos posada inmóvil, oculta entre la hojarasca. Cuando uno camina cerca, sale en vuelo muy bajo y se posa más adelante, camuflándose de nuevo.

Heraclides thoas – La “mariposa de los naranjos”, sus orugas, camufladas de excremento de ave, se alimentan de hojas de cítricos. Los grandes adultos, negros y amarillos, se desplazan en veloz vuelo, deteniéndose a veces en algunas flores para tomar su néctar.

Rhetus periander – Mariposa muy atractiva por sus alas con colas y colores metálicos azul y rojo. Es una de las especies más frecuentes de su familia, los riodínidos, los cuales, en gran parte, incluyen muchas mariposas escasas y difíciles de encontrar. Entre los factores que pueden contribuir a su abundancia está el hecho de que las orugas de esta Rhetus pueden comer plantas de muchas familias de plantas distintas, así que no les cuesta encontrar alimento.

Synchlora gerularia – Las orugas de esta polilla verdosa son “gusanos medidores”, es decir, orugas que, para desplazarse, van estirando y encogiendo alternativamente su cuerpo. Estas orugas se alimentan de muchas plantas distintas.

Enyo ocypete – Una de las llamadas “polillas esfinge”, las cuales cumplen, durante la noche, un papel parecido al que tienen los colibríes en el día. Estas polillas, robustas, veloces y longevas, tienen la capacidad de suspenderse en vuelo frente a las flores y, con su larga lengua, toman su néctar y las polinizan. Esta especie en particular tiene una asociación con lianas de la familia de las dileniáceas y vitáceas, cuyas hojas consumen sus orugas.

Pseudosphinx tetrio – Una de las mayores polillas de Colombia, pertenece al grupo de “polillas esfinge”, de poderoso vuelo e importantes polinizadoras de flores nocturnas. En contraste con los adultos de coloración camuflada de liquen, las orugas negras con extremos rojos y bandas de color crema que atraviesan todo el cuerpo, parecen mimetizar serpientes de coral como la venenosa “rabo de ají”; quizás así consigan protección frente a los depredadores.

Urania fulgens – Una espectacular polilla diurna, sumamente atractiva por sus brillos esmeralda y las colas que adornan sus alas posteriores. Reside todo el año en la reserva, pero durante temporadas, su número puede incrementarse mucho con ejemplares que llegan migrando desde Centroamérica.

Cyclocephala amazona – Durante temporadas, los adultos de este escarabajo surgen del suelo en grandes cantidades. Durante la noche, cuando son activos, vuelan, buscan pareja y se alimentan de flores y polen, contribuyendo a la polinización de ciertas plantas. Luego del apareamiento, las hembras se entierran y ponen huevos bajo el suelo, donde sus larvas se alimentan de raíces.

Atta colombica – La hormiga arriera común en Río Claro. Ejércitos de estos insectos recorren el suelo y suben hasta el dosel del bosque, para cortar hojas, las cuales acarrean hasta su nido subterráneo. Allí, las usan como compost para el cultivo de un hongo especial, el cual constituye la dieta de toda la colonia.

Hoplomutilla sp. – Un colorido insecto que a menudo se encuentra corriendo por el suelo. Las hembras carecen de alas y parecen hormigas, pero están más emparentadas con las avispas (a pesar de su nombre común “hormigas de terciopelo”). Tienen una picadura muy dolorosa.



Literatura citada

Amarillo S., A.R. 1999. Hormigas (Hymenoptera: Formicidae) del Cañón del Río Claro (Antioquia, Colombia). pp. 88-89. En: Nates, G.P. (ed.). Resúmenes y memorias. III Encuentro IUSSI Bolivariana. Unión Internacional para el Estudio de los Insectos Sociales (IUSSI); Fondo FEN; Universidad Nacional de Colombia, Bogota.

Bernal, R. & Martínez, B. 2023. Polillas de Colombia. Guía de campo. Wildlife Conservation Society, Sociedad Antioqueña de Ornitología, Jardín Botánico del Quindío. Bogotá. 699 pp.

Franco-Galindo, L.S., Ochoa-Sáenz, D.M., Isaza-López, L.M. & Montoya-Molina, S. 2019. Listado preliminar de escarabajos coprófagos (Coleoptera: Scarabaeinae) de la Reserva Natural Cañón del Río Claro, Antioquia, Colombia. Boletín del Museo de Entomología de la Universidad del Valle 19 (1): 21-27.

Garwood, K. & Jaramillo V., J.G. 2016. Catálogo de mariposas. Cañón del río Claro. San Luis, Antioquia. Descargado en: https://www.butterflycatalogs.com/colombia-localities.html

González Mozo, L.C. 2014. Sinopsis de Membracidae (Hemiptera: Membracoidea) de Colombia, relacionados con ecosistemas agrícolas. Tesis de Maestría. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 145 pp.

Ramírez-Mora, M.A. 2008. Escarabajos tigre (Coleoptera: Cicindelidae) del museo entomológico Francisco Luis Gallego: Nuevos registros para departamentos de Colombia. Revista Facultad Nacional de Agronomía Medellín 61 (1): 4302-4315.

Sepúlveda-Cano, P. & Rubio-Gómez, J.D. 2009. Especies de Dryophthorinae (Coleoptera: Curculionidae) asociadas a plátano y banano (Musa spp.) en Colombia. Acta Biológica Colombiana 14(2): 49-72.

Vivero, R.J., Muskus, C.E., Uribe, S.I., Bejarano, E.E. & Torres, C. 2010. Flebotominos (Diptera: Psychodidae) en la Reserva Natural del Cañón del Río Claro (Antioquia), Colombia. Actualidades Biológicas 32 (93): 165-171.

Wolff, M., Nihei, S.S. & de Carvalho, C.J.B. (eds.) 2016. Catalogue of the Diptera of Colombia. Zootaxa 4122 (1): 1-949.


Escarabajo (Calophaena levigata)



sábado, 15 de marzo de 2025

¿Qué comen las orugas? - Parte II - Las plantas más buscadas

Mechanitis lysimnia, poniendo huevos en solanácea

La mayoría de especies de plantas pueden tener al menos una oruga que se alimenta de ellas, al menos ocasionalmente. Sin embargo, algunas familias, géneros y especies botánicas parecen mantener relaciones con un mayor número de especies de orugas que otras. Algunas de éstas las vamos a resaltar más abajo.

Es importante recordar que la presencia de su planta hospedera es solo una de las condiciones que requieren las orugas para poder existir en un lugar. Hay otros factores que necesitan cumplirse. Entre los más esenciales, que la especie de mariposa o polilla siga existiendo en ese lugar, que no haya desaparecido en algún momento por modificaciones de su hábitat o por otras razones. Si una especie ha desaparecido, en algunos casos podría volver a recolonizar un ambiente adecuado, a condición de que existan poblaciones sobrevivientes en otros lados, y corredores de hábitat a través de los cuales pueda retornar al sitio donde se haya vuelto a desarrollar un hábitat correcto.

En algunos casos, una especie altamente migratoria podría recolonizar un área adecuada, incluso si no hay corredores de conservación, simplemente sobrevolando sobre potreros, cultivos y ciudades; pero esto es mucho menos probable que la recolonización desde hábitats cercanos.

Otro factor necesario es que la planta hospedera se encuentre creciendo en el ambiente correcto para la especie. Una mariposa que sea exclusiva del interior del bosque no pondrá sus huevos en una planta que se encuentre en medio de un potrero o jardín alejado de su hogar, incluso aunque esta planta pertenezca a la especie correcta.

Para mantener la mayor diversidad de orugas y, por tanto, de mariposas y polillas adultas en un terreno, algunas de las acciones que más ayudan son:


  • Conservar, lo más intactas que se puedan, las áreas de vegetación nativa que se encuentren en el terreno: los bosques, matorrales, humedales.
  • Mantener corredores boscosos a lo largo de los cursos de agua y en los linderos del terreno.
  • Aceptar las plantas trepadoras como parte integral del bosque. Es cierto que algunas trepadoras pueden llegar a matar árboles que cubren, pero esto es parte del ciclo de los bosques y especialmente de los bosques jóvenes; los árboles muertos son necesarios para que muchas aves (incluyendo carpinteros, búhos, loros y tucanes) puedan anidar; y para que los hongos y muchas otras especies que descomponen madera puedan crecer. Resulta que varios bejucos son mucho más importantes como plantas hospederas de orugas que muchos de los árboles encima de los que trepan.
  • Mantener prados de pasto alto y flores silvestres, los cuales solo se cortan, como máximo, dos veces al año. Eso le da oportunidad de desarrollarse a la gran cantidad de orugas que comen pastos y otras hierbas bajas.
  • Evitar al máximo el uso de pesticidas.


Las acciones citadas arriba producen más efecto en la conservación de comunidades completas de orugas que la plantación de cualquier planta hospedera o de cualquier flor que atraiga a los insectos adultos. Teniendo esto en cuenta, y si nos aseguramos que las condiciones mencionadas arriba se cumplen lo mejor posible, es impresionante ver cómo la plantación de plantas hospederas de las orugas puede contribuir grandemente a atraer y mantener grandes poblaciones de mariposas y polillas, que podemos entonces disfrutar plenamente.


Las plantas de las orugas

A continuación se mencionan algunas de las plantas más importantes como hospederas de orugas en Colombia. Por supuesto, esta lista es apenas una selección y no pretende de ninguna forma ser completa. Aparte de las mencionadas, hay muchísimas más plantas que tienen asociaciones con orugas de mariposas y polillas. En particular, no se mencionan aquí hierbas de potreros y cultivos, por ejemplo muchos pastos, malváceas, leguminosas y asteráceas, que resultan esenciales para la existencia de una gran cantidad de lepidópteros propios de áreas abiertas.

Se ha dado prioridad a mencionar especies leñosas (árboles, arbustos, trepadoras) que pueden ser plantadas en proyectos de restauración ecológica.


Algodoncillos, carcomos, montefríos (Alchornea spp.) Clima caliente, templado y frío. 16 especies en Colombia; por ejemplo: Alchornea discolor, Alchornea glandulosa, Alchornea grandiflora, Alchornea latifolia. Las hojas de estos árboles son consumidas por orugas de polillas relativamente especializadas en comer unas pocas familias botánicas, a menudo cercanamente emparentadas; por ejemplo, especies de Disphragis y Nystalea, y por orugas de polillas y mariposas polífagas, que también comen plantas de muchas familias botánicas no cercanamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de los géneros Acharia, Euclea, Natada, Paragonia, Hylesia y Phocides.


Arrayanes (Myrcia spp.) Clima caliente, templado y frío. 27 especies en Colombia; por ejemplo: Myrcia fallax, Myrcia paivae, Myrcia popayanensis. Las hojas de los árboles de este género son consumidas por orugas de polillas y mariposas relativamente especializadas, que comen plantas de esta familia botánica o, como máximo, de familias botánicas estrechamente relacionadas; por ejemplo, especies de Nystalea, Idalus, Macessoga, Symmachia, Parelbella y Phocides. También por orugas de polillas polífagas, que igualmente comen muchas otras plantas de familias botánicas no cercanamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de los géneros Acharia, Euclea, Parasa, Megalopyge, Automeris, Gamelia, Hylesia, Periphoba, Brachyglenis y Salatis.


Bejucos ojo de perdiz, yocos (Paullinia spp.) Clima caliente y templado. Más de 80 especies en Colombia, por ejemplo: Paullinia alata, Paullinia bracteosa, Paullinia capreolata, Paullinia cururu, Paullinia fuscescens, Paullinia hispida, Paullinia leiocarpa, Paullinia rugosa. Estas plantas trepadoras se cuentan entre las hospederas más importantes de orugas de mariposas y polillas en Colombia. Sus hojas son consumidas por orugas de numerosas especies que buscan plantas de este género y esta familia botánica. Entre ellas especies de Ankale, Antiopha, Elasmia, Lepasta, Loxophlebia, Leucotmemis, Mimophisma, Ophisma, Callicore, Epiphile, Nica, Pyrrhogyra, Temenis y Nascus. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que comen plantas de otras familias botánicas, no cercanamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Acharia, Euclea, Natada, Parasa, Cosmosoma, Phoenicoprocta, Ischnopteris, Paragonia, Automeris e Hylesia.


Bejucos stigmafilon (Stigmaphyllon spp.) Clima caliente, templado y frío. 28 especies en Colombia; por ejemplo: Stigmaphyllon bogotense, Stigmaphyllon echitoides, Stigmaphyllon velutinum, Stigmaphyllon venulosum. Las hojas son consumidas por orugas de mariposas y polillas bastante especializadas en esta familia botánica, incluyendo especies de Elymiotis, Epiphile, Calospila, Ebrietas, Gorgythion, Mylon y Sostrata. También son consumidas por orugas de especies polífagas, que comen igualmente plantas de otras familias botánicas no estrechamente emparentadas; por ejemplo, especies de Parasa, Hylesia, Rekoa, Tmolus y Synargis.




Bichos, caranganitos, vainillos, veleros, bajaguas, alcaparros (Senna spp.) Clima caliente, templado y frío. 51 especies nativas en Colombia; por ejemplo: Senna alata, Senna atomaria, Senna bicapsularis, Senna obtusifolia, Senna occidentalis, Senna spectabilis. Las hojas de estas plantas son consumidas por orugas de numerosas mariposas y polillas; entre ellas varias especializadas sobre todo en esta familia botánica, por ejemplo, especies de los géneros Feigeria, Lesmone, Selenisa, Macaria, Syssphinx, Abaeis, Anteos, Eurema, Phoebis, Pyrisitia, Rhabdodryas, Hemiargus, Leptotes, Nymphidium, Cogia, Epargyreus, Erynnis, Gesta, Murgaria y Proteides. También son consumidas por orugas de mariposas y polillas polífagas, que se alimentan igualmente de plantas de otras familias botánicas, no estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Magusa, Automeris, Pseudautomeris, Astraptes, Chioides, Panthiades, Rekoa, Juditha y Synargis.


Cafetos de monte, aguadulces, tominejeros (Palicourea spp.) Clima caliente, templado y frío. Más de 300 especies en Colombia; por ejemplo: Palicourea acuminata, Palicourea angustifolia, Palicourea aschersoniana, Palicourea aschersonianoides, Palicourea berteroana, Palicourea boqueronensis, Palicourea brachiata, Palicourea demissa, Palicourea guianensis, Palicourea lineariflora, Palicourea padifolia, Palicourea tomentosa, Palicourea triphylla, Palicourea thyrsiflora. Las hojas de estos arbustos o arbolitos son consumidas por orugas de mariposas y polillas bastante especializadas en esta familia botánica; por ejemplo, especies de Acrotomia, Xylophanes, Leucochimona y Mesosemia. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que comen igualmente plantas de otras familias botánicas no cercanamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Parasa y Prothysana. Además de sus asociaciones con orugas, las flores de estas plantas son favoritas de muchas mariposas adultas.


Chilca, chilco (Baccharis latifolia). Clima frío. Este arbusto es hospedero de las orugas de numerosas polillas, en su mayoría especies polífagas, que también se alimentan de plantas de otras familias botánicas, no estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Amastus, Ctenoplusia, Spodoptera, Bonatea, Cargolia, Chloropteryx, Cyclophora, Glena, Iridopsis, Ischnopteris, Isochromodes, Melanolophia, Melinodes, Oxydia, Pero, Phyle, Physocleora, Sabulodes, Semiothisa y Synchlora. También orugas de la mariposa polífaga Rhamma arria. En este chilco se alimentan igualmente orugas de polillas más especializadas en asteráceas, como Eupithecia y Pterophoridae.


Chuguacáes, candeleros, motilones (Hieronyma spp.) Clima caliente, templado y frío. 10 especies en Colombia, 9 de ellas en zonas de clima medio y frío; por ejemplo: Hieronyma alchorneoides, Hieronyma duquei, Hieronyma fendleri, Hieronyma huilensis, Hieronyma macrocarpa, Hieronyma scabrida. Las hojas de árboles de este género son consumidas por orugas de varias polillas y mariposas, incluyendo especies de los géneros Acharia, Euclea, Automeris, Eacles, Hylesia, Mictris, Phocides, Pelolasia y Theope.



Chusques, carrizos (Chusquea spp.) Clima frío y páramo. Alrededor de 40 especies en Colombia; por ejemplo: Chusquea latifolia, Chusquea longiprophylla, Chusquea scandens, Chusquea spencei (solo en la cordillera Oriental), Chusquea tessellata, Chusquea uniflora. Los chusques se cuentan entre las plantas más importantes para las mariposas de Colombia. En algunas zonas de clima frío, un tercio de las especies de mariposas diurnas que viven en una localidad dada, ponen sus huevos en forma preferente o exclusiva en estos bambúes nativos, cuyas hojas comen sus larvas. Alrededor de 3000 m de elevación este porcentaje se incrementa, llegando prácticamente el 50 % de las especies de mariposas diurnas de una localidad a alimentarse de chusques. A lo largo de todas las zonas altas de Colombia, cerca de 200 especies de mariposas diurnas, se alimentan de manera preferencial o exclusiva de chusque, incluyendo especies de los géneros Corades, Daedalma, Eretris, Forsterinaria, Junea, Lasiophila, Lymanopoda, Manerebia, Mygona, Neopedaliodes, Pedaliodes, Pronophila, Steremnia, Steroma, Dalla, Falga, Parphorus, Psoralis y Serdis. También las espectaculares morfos de montaña (Morpho rhodopteron y Morpho sulkowskyi) son comedoras de chusque en su etapa de orugas. Las orugas de muchas polillas también comen chusque. Algunas de ellas en forma preferencial o exclusiva, por ejemplo, especies de Xenomigia y Cyanopepla. Otras son polífagas y también comen plantas de otras familias botánicas no estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo Leucanopsis, Melese, Eusarca, Isochromodes, Pero y Physocleora.


Cordoncillos (Piper spp.) Clima caliente, templado y frío. Más de 400 especies en Colombia; por ejemplo: Piper aduncum, Piper crassinervium, Piper marginatum, Piper peltatum, Piper umbellatum. Estos arbustos se cuentan entre las plantas hospederas de orugas más importantes en el interior del bosque, sus bordes y terrenos con vegetación en regeneración. Sus hojas son consumidas por orugas de mariposas y polillas bastante especializadas en plantas de esta familia botánica y otras afines. Entre ellas Gonodonta, Eois, Epimecis, Neococytius, Heraclides thoas, Consul, Memphis, Ouleus y Quadrus. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que se alimentan igualmente de muchas otras plantas distintas; por ejemplo, Acharia, Euclea, Phobetron, Megalopyge, Carales, Melese, Bonatea, Ischnopteris, Isochromodes, Melanolophia, Oxydia, Paragonia, Physocleora, Prochoerodes, Apatelodes y Periphoba.


Cucubos, friegaplatos, tomatillos (Solanum spp.) Clima caliente, templado y frío. Unas 160 especies nativas en Colombia; por ejemplo: Solanum acerifolium, Solanum asperum, Solanum aturense, Solanum caripense, Solanum cornifolium, Solanum crinitum, Solanum crotonifolium, Solanum deflexiflorum, Solanum jamaicense, Solanum juglandifolium, Solanum oblongifolium, Solanum ovalifolium, Solanum schlechtendalianum, Solanum sisymbriifolium, Solanum stellatiglandulosum, Solanum sycophanta. Estas plantas tienen alcaloides que las hacen tóxicas para muchos animales. Aun así, son sumamente apetecidas como alimento por multitud de insectos y se encuentran entre las plantas hospederas más importantes para mariposas y polillas en Colombia. Entre las especies de orugas que se alimentan de especies de Solanum están mariposas Ithomiini (p. ej. Ceratinia, Dircenna, Greta, Hypoleria, Hypothyris, Ithomia, Mechanitis, Oleria, Pseudoscada, Pteronyia, Thyridia). También por orugas de Lycaenidae (Arawacus) y orugas de algunas polillas bastante especializadas en plantas de esta familia botánica, como Herpetogramma y Manduca. Además, son consumidas por orugas polífagas, que también comen muchas otras plantas distintas, no cercanamente relacionadas entre sí, p. ej. Acharia, Euclea, Megalopyge, Carales, Dysschema, Hypercompe, Melese, Chrysodeixis, Spodoptera, Glena, Oxydia, Pero, Apatelodes, Zanola, Automeris e Hylesia.


Dragos, sangre de dragos, cotorreras, candeleros, malambos, mosqueros, plateados (Croton spp.) Clima caliente, templado y frío. Más de 80 especies en Colombia; por ejemplo: Croton aegenteus, Croton coriaceus, Croton gossypiifolius, Croton hibiscifolius, Croton hirtus, Croton leptostachyus, Croton malambo, Croton matourensis, Croton mutisianus, Croton niveus, Croton pungens, Croton schiedeanus, Croton trinitatis. Las hojas de plantas de este género hacen parte de la dieta de orugas de mariposas y polillas bastante especializadas en esta familia botánica; por ejemplo, especies de Drymoea, Anaea, Fountainea, Hypna, Memphis, Myscelia, Lemonias, Thisbe y Arteurotia. También son consumidas por orugas de mariposas polífagas, que igualmente comen muchas otras plantas distintas, no estrechamente relacionadas; por ejemplo, especies de Pseudolycaena, Anteros, Astraptes y Dyscophellus. Además de sus asociaciones con orugas, las flores de estas plantas son visitadas por mariposas y polillas adultas.


Gomos, dormilones, saladillos (Vochysia spp.) Clima caliente y templado. 36 especies en Colombia; por ejemplo: Vochysia braceliniae, Vochysia ferruginea, Vochysia lehmannii. Las hojas de estos árboles hacen parte de la dieta de orugas de mariposas y polillas bastante especializadas, que se alimentan preferencial o exclusivamente de especies de esta familia botánica o de familias botánicas estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo, orugas de Antiblemma, Hemeroblemma, Lobeza, Naprepa, Rhuda, Sericochroa y Necyria. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que también comen muchas otras familias botánicas distintas; por ejemplo, especies de Euclea, Parasa, Megalopyge y Trosia. Además de sus asociaciones con orugas, las flores de estos árboles son muy visitadas por mariposas adultas.


Granadillas de monte, curubos (Passiflora spp.) Clima caliente, templado y frío. Alrededor de 170 especies en Colombia; por ejemplo: Passiflora adenopoda, Passiflora adulterina, Passiflora alnifolia, Passiflora ambigua, Passiflora auriculata, Passiflora biflora, Passiflora bogotensis, Passiflora capsularis, Passiflora chelidonea, Passiflora cisnana, Passiflora coriacea, Passiflora cumbalensis, Passiflora cuspidifolia, Passiflora foetida, Passiflora longipes, Passiflora maliformis, Passiflora manicata, Passiflora mixta, Passiflora nitida, Passiflora seemannii, Passiflora suberosa, Passiflora vitifolia. Las plantas de este género son hospederas indispensables para la existencia de mariposas heliconinas, cuyas orugas se alimentan de sus hojas (p. ej. Dione, Dryadula, Dryas, Eueides, Heliconius y Philaethria). Estas plantas también son consumidas por orugas de algunas polillas, como Josia, Lyces y Scea.


Guacharacos, mestizos (Cupania spp.) Clima caliente y templado. 13 especies en Colombia; p. ej. Cupania americana, Cupania cinerea, Cupania latifolia. Sus hojas son consumidas por orugas de numerosas mariposas y polillas. Entre ellas algunas especializadas en esta familia botánica y familias afines, de los géneros Elasmia, Tachuda, Ophisma, Antiopha y Nascus. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que comen plantas de muchas familias botánicas no estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Acharia, Euclea, Parasa, Semyra, Megalopyge, Phoenicoprocta, Ischnopteris, Paragonia, Automeris, Gamelia e Hylesia.


Guáimaros, palisangres, sandes (Brosimum spp.) Clima caliente y templado. 13 especies en Colombia; por ejemplo: Brosimum alicastrum, Brosimum guianense, Brosimum lactescens, Brosimum rubescens, Brosimum utile. Las hojas de árboles de este género son consumidas por las orugas de polillas de las familias Bombycidae (Anticla, Colla, Quentalia), Choreutidae (Tortyra), Erebidae (Epidesma, Eucereon), Notodontidae (Malocampa) y Sphingidae (Pachylia). También por orugas de la mariposa Marpesia chiron.


Guamo de río, achí, pichindé, suribio (Zygia longifolia). Clima caliente y templado. Este árbol de orilla de río, al igual que sus parientes los guamos del género Inga, es una de las plantas con más asociaciones con especies de polillas y mariposas. Sus hojas son consumidas por las orugas de centenares de especies de este grupo de insectos. Incluyendo muchas especializadas en esta especie y otras leguminosas, como Hapigia, Hemiceras, Rosema, Coenipeta, Feigeria, Helia, Hemeroblemma, Kakopoda, Lesmone, Metria, Melipotis, Renodes, Selenisa, Macaria, Phoebis agarithe, Phoebis argante, Phoebis statira, Rhabdodryas trite, Prepona laertes, Iaspis andersoni, Symbiopsis tanais, Lasaia agesilas, Bungalotis quadratum y Telemiades antiope. Así como orugas polífagas, que también comen muchas otras plantas, como Euclea, Parasa, Norape, Trosia, Lophocampa, Iridopsis, Oxydia, Pero, Automeris, Hylesia, Periphoba, Panthiades, Anteros, Emesis, Juditha y Theope. Además de sus asociaciones con orugas, las flores de este árbol son favoritas de muchas mariposas y polillas adultas.


Guamos (Inga spp.) Clima caliente, templado y frío. Poco más de 100 especies en Colombia; por ejemplo:  Inga chocoensis, Inga cocleensis, Inga edulis, Inga ingoides, Inga nobilis, Inga oerstediana, Inga punctata, Inga samanensis, Inga spectabilis, Inga vera. Los guamos se cuentan entre los árboles con mayor número de asociaciones con los más diversos organismos. Las hojas de especies de este género son consumidas por las orugas de centenares de especies de mariposas y polillas especializadas en estas y otras leguminosas, como Hapigia, Hemiceras, Rosema, Coenipeta, Feigeria, Helia, Hemeroblemma, Metria, Renodes, Selenisa, Dismorphia, Preopona laertes, Iaspis andersoni, Lasaia agesilas y Bungalotis quadratum. También son comidas por mariposas y polillas polífagas, que comen igualmente otras plantas no relacionadas; por ejemplo especies de Automeris, Hylesia, Panthiades, Anteros, Emesis, Juditha, Rhetus y Theope. Además de sus asociaciones con orugas, las flores de estos árboles son sumamente importantes como fuentes de néctar para mariposas y polillas adultas.


Higuerones, cauchos, matapalos (Ficus spp.) Clima caliente, templado y frío. Alrededor de 70 especies en Colombia; por ejemplo: Ficus americana, Ficus cuatrecasasiana, Ficus dendrocida, Ficus gigantosyce, Ficus inspida, Ficus máxima, Ficus nymphaeifolia, Ficus obtusifolia, Ficus tonduzii, Ficus velutina. Las hojas de estos árboles son consumidas por orugas de mariposas de los géneros Marpesia y Lycorea, y también por orugas de varias polillas (p. ej. Tortyra, Malocampa, Ammalo, Eucereon, Anticla, Colla, Quentalia, Pachylia).


Laureles, amarillos, jiguas (Ocotea spp.) Clima caliente, templado y frío. Más de 70 especies en Colombia; entre ellas: Ocotea aciphylla, Ocotea aurantiodora, Ocotea bofo, Ocotea gentryi, Ocotea guianensis, Ocotea heterochroma, Ocotea leptobotra, Ocotea leucoxylon, Ocotea macropoda, Ocotea oblonga, Ocotea pautensis, Ocotea pedicellata, Ocotea valeriana. Las hojas de árboles de este género son consumidas por orugas de algunas mariposas y polillas especializadas en esta familia o en unas pocas familias botánicas relacionadas; por ejemplo: Ochrodota, Pachydota, Epimecis, Adhemarius, Eurytides, Papilio, Archaeoprepona, Memphis, Dyscophellus, Jemadia, Ridens, Venada y Zera.


Malaguetos, escobillos, espintanas, burilicos (Xylopia spp.) Clima caliente. 24 especies en Colombia; por ejemplo: Xylopia amazonica, Xylopia aromatica, Xylopia ligustrifolia, Xylopia sericea. Las hojas de estos árboles son consumidas por orugas de mariposas y polillas especializadas en esta familia botánica y otras afines; por ejemplo, especies de Cocytius, Neococytius, Eurytides, Mimoides y Pythonides. También son consumidas por orugas de polillas polífagas, que igualmente comen plantas de otras familias botánicas, no estrechamente relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Megalopyge y Apatelodes.


Mantecos, noros, peralejos (Byrsonima spp.) Clima caliente y templado. 35 especies en Colombia; por ejemplo: Byrsonima arthropoda, Byrsonima crispa, Byrsonima crassifolia, Byrsonima spicata, Byrsonima verbascifolia. Las hojas de estos árboles y arbustos son consumidas por orugas de polillas especializadas en esta familia botánica; por ejemplo, especies de Bardaxima. También son consumidas por orugas de polillas y mariposas polífagas, que también comen muchas otras plantas distintas; por ejemplo, por especies de Phobetron, Megalopyge, Oxydia, Automeris, Hylesia, Rekoa, Anteros, Chiomara y Elbella.


Nigüitos, tunos, chilcos, azulejos (Miconia spp.) Clima caliente, templado, frío y páramo. Más de 500 especies en Colombia; por ejemplo: Miconia aeruginosa, Miconia caudata, Miconia dolichorrhyncha, Miconia elaeoides, Miconia elata, Miconia minutiflora, Miconia notabilis, Miconia squamulosa, Miconia stenostachya, Miconia subseriata, Miconia tomentosa, Miconia theizans, Miconia tococa. Las hojas de estos arbustos o árboles son consumidas por orugas de polillas y mariposas que se alimentan en forma preferencial o exclusiva de plantas de esta familia, por ejemplo, especies de Macrosoma, Druentica, Drugera, Meragisa, Naprepa, Phastia, Rhuda, Antiblemma, Erateina, Adelpha, Ancyluris, Anteros y Cyclosemia. Además, estas plantas también hacen parte de la dieta de orugas de polillas y mariposas polífagas, que también comen muchas otras plantas no relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Euclea, Natada, Parasa, Megalopyge, Trosia, Symmachia y Citheronioides.


Peinecillos (Combretum spp.) Clima caliente. 12 especies en Colombia; por ejemplo: Combretum decandrum, Combretum fruticosum, Combretum laxum. Las hojas de las lianas de este género son consumidas por orugas de muchas mariposas y polillas polífagas, que también comen otras plantas distintas, no relacionadas cercanamente entre sí; por ejemplo, especies de Phobetron, Vipsania, Thagona, Adelpha, Astraptes y Elbella. También son consumidas por orugas de polillas algo más especializadas en el orden de los mirtales, como Calledema.


Platanillos, heliconias (Heliconia spp.) Clima caliente y templado. Alrededor de 100 especies en Colombia; por ejemplo: Heliconia burleana, Heliconia griggsiana, Heliconia hirsuta, Heliconia latispatha, Heliconia marginata, Heliconia mutisiana, Heliconia stricta, Heliconia venusta. Los tallos o raíces de estas grandes hierbas pueden ser barrenados por orugas de polillas Castniomera. Las hojas son consumidas por las orugas de mariposas y polillas bastante especializadas en esta familia botánica y otras familias afines de monocotiledóneas; por ejemplo, especies de Caligo, Opsiphanes, Caerois, Pierella, Strymon, Calpodes, Talides, Telchin y Thracides. Estas plantas también son consumidas por orugas de polillas generalistas, que comen igualmente muchas otras plantas no relacionadas entre sí; por ejemplo, especies de Acharia.