sábado, 7 de julio de 2012

Fincas al occidente de la Sabana - Bosques de niebla

Misterios entre la bruma

Aegiphila, Guarea, Morus: biodiversidad entre las nubes
Entrar en el bosque de niebla constituye una experiencia única. Por un lado, está la exuberante vegetación, los árboles con copas abiertas como paraguas, las ramas cubiertas de jardines de orquídeas, las grandes hojas de los anturios. Y, de pronto, llega la niebla. Todas las formas y colores, antes nítidos, empiezan a desdibujarse y desaparecer tras el velo blanco de las nubes que ascienden o descienden. El brumoso sotobosque se convierte así, en un instante, en un ambiente mágico y misterioso, lleno de elfos y de hadas. Un fuerte canto burbujeante muestra que, a pocos metros, oculto entre la maraña de ramas, nos sigue un cucarachero. Un árbol chirrea, una rama golpea el suelo. Las grandes siluetas voladoras nos señalan la presencia de pavas y tucanes. La variedad de motivos y las luces constantemente cambiantes hacen que el bosque de niebla sea el ambiente perfecto para un fotógrafo de naturaleza.

 

El Embrujo

Escarpes de El Embrujo
Una de las fincas que muestran el bosque de niebla en su mayor esplendor es El Embrujo. Esta finca está situada en la parte alta del municipio de San Francisco y presenta escarpadas laderas cubiertas por un bosque muy denso y diverso. Este bosque es el hogar de raras especies de árboles, amenazados de desaparición a nivel global o local. Entre ellos podemos mencionar el pino hayuelo (Prumnopitys montana), los amarillos (Nectandra discolor, Aniba robusta) y el chuguacá (Hieronyma rufa). Los inventarios de biodiversidad que he realizado en la finca han permitido registrar en ella 380 especies de plantas y 80 especies de aves. Y, sin duda, exploraciones posteriores mostrarán que la diversidad de flora puede subir hasta las 700 especies y la de aves a unas 120.

 

Fauna

Lepidópteros del bosque nublado
Entre las aves encontradas en El Embrujo destacan las pavas (Penelope montagnii) y los tucancitos (Aulacorhynchus prasinus), además de 11 especies de colibríes y varias aves nocturnas, entre ellas búhos y el chotacabras Lurocalis rufiventris. El buen estado de conservación y conexión de estos bosques permite que todavía sean el hogar de muchos mamíferos; en El Embrujo, entre otros, se han registrado perezosos (Choloepus hoffmannii), cusumbos (Nasuella olivacea), ardillas (Sciurus granatensis) y monos nocturnos (Aotus lemurinus).



Salvia rufula. El bosque de niebla está salpicado de flores muy vistosas, que atraen colibríes.

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