sábado, 11 de agosto de 2012

Fincas al occidente de la Sabana – Las orquídeas

Diversidad en números

Masdevallia coriacea - Extrañas flores, como es usual en la familia
Las orquídeas constituyen una de las familias más fascinantes y diversas en el mundo vegetal al occidente de la Sabana de Bogotá. Se puede estimar que al menos una de cada diez especies de plantas que pueblan esta región es una orquídea. De modo que en el área podría haber entre 300 y 400 especies de esta familia botánica. La diversidad también se puede medir por finca. Unas pocas hectáreas de bosque bien conservado en Subachoque pueden albergar cerca de 40 especies de orquídeas. Y aún más especies aparecen en los húmedos bosques nublados de San Francisco; en la finca La Nube, situada en la parte alta del municipio, el orquideólogo Ramón de Bedout ha hallado hasta ahora más de 80 especies. Una de ellas resultó ser una especie nueva, la Lepanthes debedoutii, especie endémica hasta ahora sólo conocida en el mundo por un solo ejemplar procedente de La Nube.
 

La lentitud de las orquídeas

Cyrtochilum densiflorum, especie común en los matorrales de la Sabana
En su velocidad de crecimiento y longevidad, las orquídeas se asemejan más a los árboles que a otras hierbas. De las miles de semillas que hay en un solo fruto de orquídea quizás sólo unas pocas lleguen alguna vez a germinar y a producir plantas adultas. Una vez germinadas las semillas, pueden transcurrir 10 o 20 años antes de que la mayor parte de las orquídeas produzcan su primera flor. A cambio de esta dificultad y lentitud en su reproducción, las orquídeas suelen tener una gran longevidad. Hasta ahora no se conoce con exactitud cuánto pueden vivir la mayoría de las especies, pero se sabe que muchas de ellas, especialmente las más grandes, pueden superar sin ningún problema un siglo de edad. Es más común que las orquídeas mueran por falta de luz al caer el árbol sobre el cual crecen, a que mueran de “muerte natural”, secándose en pie sobre la rama o tronco al cual están agarradas. 

Orquídeas endémicas y amenazadas

Masdevallia caudata - una de las orquídeas más amenazadas del área
Precisamente a causa de su especialización y de la lentitud con la que crecen, una buena parte de las orquídeas están amenazadas de extinción a nivel global o local. La mayor diversidad de orquídeas vive en bosques maduros bien conservados, de varios siglos de edad. Y este tipo de bosques ya son raros en la actualidad. Casi todos los bosques que quedan en las fincas son bosques secundarios jóvenes y perturbados, donde las orquídeas son menos frecuentes. También está el problema de los “amantes de las orquídeas” que sacan estas plantas de su hábitat natural para llevarlas a jardines y colecciones. En términos de la velocidad a la que crecen estas plantas y de la velocidad a la que se reponen sus poblaciones, sacar orquídeas de su bosque nativo puede ser tan dañino para estas especies como lo es la tala para las especies leñosas que viven en el bosque.

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