lunes, 15 de octubre de 2012

Fincas al occidente de la Sabana - Biodiversidad, endemismo y especies amenazadas

Municipios con diversidad de países

Chusques, helechos, cucubos, orquídeas,...biodiversidad a la vista
En varios escritos he hecho mención de la gran biodiversidad presente al occidente de la Sabana de Bogotá (municipios de San Francisco, La Vega, El Rosal y Subachoque). Aquí recopilo de nuevo algunos datos interesantes al respecto. La diversidad de estos cuatro municipios, que juntos cubren un área de 570 km2, es, a grandes rasgos, comparable a la de países completos de latitudes templadas. Los estimados de biodiversidad para la región al occidente de la Sabana de Bogotá incluyen cerca de 130 especies de mamíferos, 400 especies de aves y unas 3000 especies de plantas vasculares (plantas con semilla y helechos). A modo de comparación, el Reino Unido, con un área 400 veces mayor, alberga un poco más de 100 especies de mamíferos, casi 600 especies de aves y unas 2300 especies de plantas vasculares. Uruguay, con un área 300 veces mayor, alberga 130 especies de mamíferos, más de 450 especies de aves y unas 2500 especies de plantas vasculares.

 

Especies endémicas

Dendropsophus labialis - Uno de los muchos anfibios endémicos
Entre los animales y plantas más interesantes que se encuentran en la región al occidente de la Sabana de Bogotá se cuentan los endémicos, es decir, los que sólo viven en Colombia y que no se hallan en ningún otro país del mundo. En comparación con toda la diversidad de especies presentes en la región, las endémicas forman un grupo relativamente pequeño. Entre los cientos de animales vertebrados que viven aquí, es posible que no haya más de 30 o 40 especies endémicas (la mayor parte de ellas anfibios, poco estudiados todavía). Entre las plantas vasculares, las endémicas pueden llegar a sumar cerca de 100 especies (poco más del 3% de la flora). En general, aunque se pueden encontrar especies endémicas por todo el rango altitudinal de la región, éstas tienden a ser más diversas hacia las laderas más altas, por encima de 2500 metros de elevación. Entre los pocos mamíferos endémicos presentes en el área destaca el curí silvestre (Cavia anolaimae), muy común en las altas montañas y páramos de Subachoque. Entre las aves destacan tres especies endémicas: el chamicero (Synallaxis subpudica) y dos colibríes, el inca negro (Coeligena prunellei) y la amazilia frentiazul (Amazilia cyanifrons). El anfibio endémico más común y fácil de registrar es la rana Dendropsophus labialis, cuyo croar es uno de los sonidos nocturnos más comunes de las tierras frías. Entre la flora, destacan árboles endémicos como el camargo (Verbesina crassiramea), cedrillo (Brunellia propinqua), chuguacá (Hieronyma rufa), hojarasco (Magnolia caricifragrans), mortiño (Hesperomeles goudotiana), uche (Prunus buxifolia) y yucos (Schefflera bogotensis, S. fontiana); palmas como Aiphanes concinna y la palma de cera de Sasaima (Ceroxylon sasaimae); y 5 especies de frailejones (Espeletia argentea, E. barclayana, E. cayetana, E. grandiflora, Espeletiopsis corymbosa). Algunas de las endémicas más interesantes tienen sus poblaciones principales en la región, a veces sin que se conozcan de ninguna otra parte del país. Entre estas súper-endémicas se encuentran plantas con extrañas flores como la Centropogon pinguis, Centropogon vaughianus, la labiada Scutellaria parrae y la orquídea Lepanthes debedoutii.

 

Especies amenazadas

Scutellaria parrae, especie endémica y amenazada, propia de San Francisco
La región al occidente de la Sabana de Bogotá ha sufrido diversas alteraciones del medio ambiente debido a las actividades humanas. La deforestación ha acabado con la mayor parte de los bosques y esto, sumado a la cacería, ha causado la extinción de los mamíferos más grandes (oso, puma, jaguar, dantas, saínos, etc.) y de varias aves frugívoras de gran tamaño (p. ej. loros) que debieron habitar en la región hasta tiempos históricos. Varias de las especies de fauna y flora que todavía sobreviven han sido catalogadas como amenazadas de extinción. Entre los mamíferos destacan como amenazados el tigrillo (Leopardus tigrinus, VU) y el tinajo o borugo (Cuniculus taczanowskii, NT). Entre las aves, la especie más amenazada es el inca negro (Coeligena prunellei, VU). Entre la flora, han sido catalogados como amenazados árboles maderables como el cedro de clima frío (Cedrela montana, VU), hojarasco (Magnolia caricifragrans, EN), nogal (Juglans neotropica, EN), pino romerón (Retrophyllum rospigliosii, NT) y roble (Quercus humboldtii, VU). También otras especies de flora como la palma de cera de Sasaima (Ceroxylon sasaimae, CR), el frailejón Espeletia cayetana (EN), la labiada Scutellaria parrae (CR) y las orquídeas Masdevallia caudata (EN) y Odontoglossum gloriosum (VU).

 

Zonas para cuidar

Tigrillo (Leopardus tigrinus) - Geigy, 2009
El mayor número de especies amenazadas en la región parece estar concentrado en las vertientes exteriores que miran al occidente, en la franja altitudinal entre 2000 y 2500 m de elevación; en los escasos restos de bosques que quedan en las cañadas y laderas de esta franja es donde se ha hallado al inca negro y casi 30 árboles de bosque maduro que están amenazados a nivel global o local. Por otro lado, la franja más valiosa y viable para la conservación a largo plazo en la región es el extenso corredor de bosques y páramos que persiste en los escarpes altos; este corredor se mantiene intacto en muchas partes y es un hábitat clave para una mayoría de las especies endémicas y para los mamíferos de tamaño mediano que habitan en la región (tigrillo, zorro, cusumbo, comadreja, puercoespín, tinajo, curí, mono nocturno, ardillas, chucha, armadillo y perezoso).

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