jueves, 24 de octubre de 2013

Las hierbas silvestres de Bogotá

El mundo de lo espontáneo

Symphyotrichum subulatum - Nativa
En la ciudad, las hierbas silvestres (las así llamadas “malezas”) están siempre a nuestro lado. En las grietas del pavimento, en las orillas de las calles, encima de los andenes y en lo alto de los muros. Usualmente las ignoramos y, sin darnos cuenta, hasta las pisamos. A ellas les da igual: allí siguen, fuertes, prolíficas, aguantando el intenso sol, la sequía, los aguaceros, la contaminación, el peso de los transeúntes... A veces reparamos en su presencia, quizás atraídos por el surgimiento de una flor especialmente vistosa, quizás por su excesiva proliferación en un sitio particular. El interés suele ser pasajero y pronto continuamos nuestro camino, volviendo a dejar de lado a estas ubicuas plantas, que desaparecen de nuestra atención, convirtiéndose en una parte más del paisaje. A cualquier persona interesada en la naturaleza, bien le serviría dedicar un poco más de energía a la observación de estas hierbas silvestres. Su mundo, desde que nacen de una pequeña semilla hasta que mueren marchitas o arrancadas, está tan lleno de acontecimientos y dramas como cualquier otro. Y sus historias de vida revelan datos tan interesantes como los que podemos encontrar en la flora de cualquier bosque o de cualquier otro ecosistema natural alejado de la ciudad.

 

Flores atractivas, plantas diminutas

Diente de león (Taraxacum officinale) - Exótica
Recorriendo las calles de Bogotá desde que era un niño, he venido conociendo el pequeño mundo de sus hierbas silvestres. Más de una vez me he agachado para mirar una plantica diminuta, para descubrir un pasto diferente, para sorprenderme con una flor que no había visto antes. Así, he llegado a saber que la flora de hierbas espontáneas que surgen en Bogotá está compuesta por más de 200 especies diferentes. Si queremos descubrirlas tenemos que buscar por todas partes: en los prados podados y sin podar; dentro de alcantarillas que tienen la tapa rota; en paredes y muros húmedos; en las vías férreas; entre la tierra negra de los jardines; sobre los tejados de casas viejas. Algunas hierbas son tan vistosas que son muy fáciles de descubrir: el diente de león (Taraxacum officinale), con sus atractivas flores amarillas, puede ser la hierba silvestre más conocida de la ciudad. También resultan comunes y vistosos los carretones o tréboles (Trifolium pratense, T. repens) con sus flores blancas y moradas que decoran los prados. Muchas otras hierbas pasan desapercibidas por ser poco vistosas (por ejemplo, casi todos los pastos). Algunas no se las descubre por ser diminutas: así es como casi nadie se percata de la presencia de las especies de Sagina, que se levantan apenas unos pocos milímetros entre las grietas del suelo.  La Nierembergia repens, uno de los miembros más diminutos de la familia de la papa y los borracheros (solanáceas), es otro buen ejemplo: sus hojas apenas alcanzan 1 cm de longitud y la planta, apretada contra el suelo, es casi invisible temprano en las mañanas y hacia el atardecer; sólo entre las 9 am y las 3 pm, que es cuando sus flores se abren, puede llegar a atrapar nuestra atención, si estamos mirando al piso. ¡Toda una prueba para nuestra capacidad de observación! 

 

La supervivencia de lo nativo

Nierembergia repens - Nativa
Muchas de las hierbas silvestres más comunes resultan ser especies exóticas, nativas de otros continentes y ahora naturalizadas en Colombia. Por ejemplo, el pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum), el más común de nuestros pastos formadores de prados, es africano. El diente de león, los tréboles y muchas otras hierbas urbanas son de origen europeo. Pero las nativas también son comunes. Muchas especies autóctonas, que originalmente debieron haber crecido en los campos de cultivo indígenas y en las zonas más secas del altiplano, han podido sobrevivir y prosperar en la ciudad. Su especialización para crecer en hábitats marginales, secos y con poca capa vegetal, las ha salvado de la competencia de malezas introducidas (como el kikuyo) que han invadido suelos más fértiles. Entre estas hierbas nativas se cuentan el chisgo (Lepidium bipinnatifidum), la pequeña margarita (Symphyotrichum subulatum) y la cótula (Cotula australis). Tan interesante como esta supervivencia de hierbas de zonas secas, es la presencia de especies que antiguamente poblaron los bosques nativos (ya desaparecidos) que había en donde ahora está plantada la ciudad. Así, en algunos rincones poco tocados, aparece una orquídea, la única orquídea realmente urbana y silvestre de Bogotá: el Cyclopogon elatus, de florecitas blancas. Podemos encontrar esta orquídea en el suelo en algunos jardines (sobre todo al lado de raíces de árboles, en sitios poco fértiles), encima de muros de piedra y sobre viejos tejados de teja española. Esta orquídea, al lado de algunos helechos y de arbustos como el chilco (Baccharis latifolia) puede ser el último rastro de la vegetación original de la región que todavía crece silvestre en la ciudad.

La pequeña orquídea Cyclopogon elatus - Nativa

6 comentarios:

  1. Me ha encantado tu publicación,ya que me sorprende que alguien le preste atención a todas nuestras especies silvestres,que al menos para mi embellecen la ciudad que de otra forma quizá solo serian pastizales de P. clandestinum,aunque te faltaron algunas como Malva neglecta,aunque no te culpo pues es casi imposible nombrarlas a todas,te tengo una pregunta ¿Conoces el nombre científico de la margarita silvestre que crece en la autopista sur entre el cementerio el apogeo y el portal del sur?pues la he añadido a mi jardín y me gustaría registrarla

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  2. Hola Sebastián. Gracias por los comentarios. La margarita silvestre que crece en los separadores de vías y en prados secos por Bogotá se llama Leucanthemum vulgare, la cual, igual que el diente de león y los tréboles o carretones, es una especie europea que se ha vuelto silvestre en Colombia.

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    1. Gracias a ti por compartir información tan útil acerca de los ecosistemas colombianos,y como restaurarlos,una maravilla tu trabajo,y una rareza pues es muy difícil encontrar blogs que hablen de la naturaleza de nuestro país.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Que buena publicación! me gustaría saber mucho mas sobre estas planticas, me podrías recomendar algún libro o estudio sobre las hierbas silvestres en bogotá?

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  5. Hola Mateo, magnífica información y la manera en que la comunicas, se nota el cariño y entusiasmo. te mandé un mensaje al Instagram pero parece que se mandó al correo secundario. Estoy trabajando en una exposición artística acerca de las flores urbanas no domesticadas. acá te dejo un vinculo a mi página web: https://estebanpena.com/portfolio/art-wild-flowers-salvajes-painting-photo/

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