domingo, 24 de junio de 2012

El vuelo nocturno de la caica

Sonidos misteriosos

La caica Gallinago delicata, especie afín a G. nobilis - Mdf - 2008
Hace algo más de un año me pasé a vivir con mi novia a una pequeña casa de campo en Sopó, a una hora de Bogotá. La casa está situada en una zona completamente plana de la Sabana de Bogotá, con suelos arcillosos y fácilmente anegables. La vegetación predominante son extensos potreros, los cuales son usados para criar vacas lecheras. Hay pocos árboles dispersos y, en general, la mayor parte de las especies presentes son exóticas: debido a las actividades humanas, la flora nativa ha sido fuertemente reducida desde hace siglos.

En un ambiente así, recién instalado, empecé a escuchar durante la noche, procedentes del cielo, unos sonidos inusuales, como una serie de soplidos profundos y misteriosos: juh-juh-juh-juh-juh. ¿Quién los producía? Inmediatamente pensé en un búho o una lechuza. ¿Sería el canto de alguna de estas rapaces nocturnas? A pesar de mis esfuerzos, no pude comprobar esto con certeza; por más que trataba de ver al animal, éste permanecía invisible, mientras su sonido atravesaba repetidamente el cielo nocturno.

 

Sonidos de caica

Caica Gallinago gallinago en su hábitat fangoso - M. Szczepanek
Meses después, navegando un día por la excelente página de xeno-canto, una base de datos de sonidos de aves alimentada por usuarios de todo el mundo, oí casualmente los sonidos de vuelo de las caicas, aves acuáticas de aspecto bastante extraño, con su cuerpo regordete, sus cortas patas y su larguísimo pico. Y cuál no sería mi sorpresa al oír entre estas grabaciones sonidos idénticos a los que yo venía escuchando desde hacía meses. No cabía duda: los sonidos que pasaban encima de la casa eran producidos por la caica Gallinago nobilis, un ave típica de las zonas pantanosas de montaña, desde Venezuela hasta Ecuador.

 

Canto con la cola

Luego de muchos intentos, un anochecer logré ver a una caica en su veloz vuelo de despliegue, produciendo su extraño sonido. Las caicas machos usan estos sonidos para exhibirse ante las hembras durante la temporada de reproducción. Lo más interesante es que los sonidos no son cantos producidos por la garganta del ave. En lugar de esto, son las plumas exteriores de la cola las encargadas de producirlos. Las caicas se elevan varias decenas de metros sobre el suelo y se lanzan en un veloz vuelo descendente con la cola completamente extendida. Las plumas exteriores empiezan a vibrar a gran velocidad, produciendo su sonido característico, en forma similar a como una bandera ondeando al viento produce sonido. En este enlace se pueden leer más datos sobre los sonidos de las caicas.

 

Horas y temporadas

Terrenos inundados con vegetación acuática - Hábitat de la caica
Ahora que conozco el despliegue de las caicas, me siento más familiar con estas aves. Sé que andan por ahí la mayor parte del año, alimentándose de pequeños invertebrados en los terrenos fangosos. Las he visto varias veces durante el día. Y he encontrado que producen su sonido en tandas a lo largo de la noche: las he oído a las 6 pm, a las 8 pm, a las 10 pm e incluso a las 5 de la madrugada. También, en muy raras ocasiones, las he escuchado de día, especialmente cuando el cielo está nublado. Ahora mi más reciente interés es anotar los meses en que las caicas hacen despliegues, para ver si estos son realizados durante todo el año o sólo durante cierta temporada.

martes, 12 de junio de 2012

Fincas al occidente de la Sabana - Los mamíferos

Perezoso (Choloepus hoffmanni) - G. Gallice, 2011

Interesantes y esquivos

Estos animales son los que más interés y curiosidad despiertan en la gente. ¡Después de todo, nosotros también somos mamíferos! Los mamíferos se cuentan entre los animales más difíciles de observar y estudiar en detalle, lo que coloca a muchos de ellos entre los animales menos conocidos. A esto hay que sumar que la cacería ha reducido o exterminado por completo las poblaciones de los mamíferos de mayor tamaño. La mayor parte de las especies tienen hábitos nocturnos, bien sea por su propia naturaleza o porque han cambiado sus costumbres debido a la presión de los cazadores. En resumen: por más ganas que nos den de ver a los mamíferos, es difícil que podamos hacerlo. Más fácil es hallar los rastros que dejan estos sigilosos animales: huellas en el barro, excrementos, agujeros y madrigueras, arañazos en los troncos, senderos que atraviesan los bosques. Para saber qué mamíferos viven en un área dada, también se puede entrevistar a los habitantes de la región; la gente del campo suele saber muy bien qué mamíferos habitan en los alrededores.

Diversidad

Armadillo (Dasypus novemcinctus) - Mwcolgan8, 2009
La región al occidente de la Sabana de Bogotá (municipios de San Francisco, La Vega, El Rosal, Subachoque) tiene mayor diversidad de mamíferos de la que uno pensaría al primer vistazo. La lista incluye armadillo, perezoso, chuchas o faras, cusumbos, comadreja, tigrillos, zorros, mono nocturno, ardillas, puercoespín, borugos o tinajos, carmo o ñeque y curí; además de un gran número de murciélagos y ratones. A pesar de que varias especies de mayor tamaño (oso, puma, danta, venado, etc.) se han extinguido debido a la cacería, la región sigue albergando un conjunto muy completo de mamíferos de tamaño mediano y pequeño. Desde las zonas de clima templado hasta los elevados páramos, se puede estimar que hoy habitan al occidente de la Sabana de Bogotá cerca de 130 especies de mamíferos silvestres.

El corredor de mamíferos

Tigrillo (Leopardus tigrinus) - Geigy, 2009
El mayor refugio de mamíferos silvestres en la región es la franja de bosques nublados que se extiende por las zonas altas, cubriendo los empinados escarpes al occidente de la Sabana de Bogotá. Esta franja es muy larga y va por lo menos desde Supatá hasta el Salto del Tequendama y más allá, bajando hasta Pasca y las estribaciones del páramo de Sumapaz. La gran extensión y el buen estado de conservación de esta franja permiten que en ella se encuentren importantes poblaciones de perezosos de clima frío, puercoespines y monos nocturnos, animales que no se encuentran en los bosques más secos y fragmentados de las vertientes interiores de la Sabana. Para la supervivencia a largo plazo de estos y otros mamíferos, es imprescindible la conservación de esta franja de niebla, el corredor biológico más importante de la vertiente occidental de la cordillera en Cundinamarca.

martes, 5 de junio de 2012

El chupahuevos


Roseta carnosa

Típica roseta del chupahuevos (Echeveria bicolor)
Un nombre extraño para una planta. Ignoro completamente por qué ha sido nombrada así. Al chupahuevos (Echeveria bicolor) es fácil reconocerlo por su roseta de hojas carnosas y por su espiga de flores anaranjadas con el extremo amarillo. Los ejemplares de cierta edad llegan a desarrollar un tronquito, como si fueran una especie de mini-frailejones. El chupahuevos es una de las plantas características de las zonas secas de la Sabana de Bogotá. También crece en las partes más altas de los cerros alrededor de la altiplanicie. En estas regiones, el chupahuevos crece sobre todo encima de rocas y en barrancos, ambientes difíciles donde la luz es buena y hay poca competencia por parte de otras plantas.

Viveros y multiplicación

Brotes nuevos saliendo de una hoja enterrada
A pesar de ser muy vistoso, el chupahuevos no es cultivado en los viveros comerciales. Lo cual es una lástima, pues se trata de una planta nativa, bonita y adaptable. Irónicamente, los viveros venden multitud de otras plantas carnosas (incluso otras especies de Echeveria), nativas de México, Madagascar, Sudáfrica y otros países. ¡En cambio, una de las poquísimas carnosas nativas de Colombia es ignorada por completo! Afortunadamente, es fácil multiplicar al chupahuevos. Cualquier trozo de la planta, enterrado hasta la mitad en el suelo, arraigará a los pocos meses y seguirá creciendo. Incluso una sola hoja es suficiente para generar una nueva roseta.

Techos y flores

Las flores bicolores
El chupahuevos tiene gran potencial como planta ornamental para macetas, terrazas y balcones bien asoleados. Entre sus ventajas está que puede crecer casi sin suelo. De hecho, se lo puede ver creciendo silvestre sobre techos viejos de teja española, donde el único sustrato es una delgada capa de líquenes, musgos y polvo. Debido a esta adaptación especial es una de las plantas nativas más promisorias para el establecimiento de techos verdes, ambientes donde se puede recrear buena parte de la biodiversidad de las zonas secas y rocosas de la Sabana de Bogotá. Estos jardines nativos son útiles para atraer a la fauna silvestre; por ejemplo, abejas y colibríes, que acudirán para recoger néctar de las flores del chupahuevos.




Metallura tyrianthina, uno de los polinizadores del chupahuevos - The Lilac Breasted Roller, 2006

Casi todos los pueblos y ciudades del altiplano tienen techos viejos con chupahuevos.