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Piedemonte llanero - Paratebueno, Cundinamarca |
Si usted es un propietario de una finca o un conservacionista que quiere emprender un proyecto de restauración de la vegetación y de la fauna silvestre, es un buen punto iniciar conociendo su área. Antes de restaurar algo, hay que preguntarse: ¿Cómo eran los antiguos ecosistemas que había en esta región? ¿Qué especies de plantas y animales vivían aquí? ¿Cuáles siguen existiendo todavía? ¿Cuáles son las especies endémicas (exclusivas) de la región? ¿Cuáles especies están más amenazadas de extinción? Si voy a iniciar la creación de corredores de bosque en un terreno completamente despejado ¿cuáles son las especies de flora más adecuadas que debería plantar?
Colombia es un país tan variado que la respuesta a cada una de estas preguntas es diferente dependiendo de la región. Aquí continuamos con una serie de artículos que traen la información básica para cada una de estas áreas.
El piedemonte llanero
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Raíces de araco (Socratea) en el interior de la selva |
En la Orinoquía colombiana, el piedemonte llanero es la franja más cercana a la cordillera Oriental de los Andes, donde la planicie se encuentra con la montaña. Aquí, en forma más específica, nos vamos a referir al piedemonte de los departamentos de Boyacá, Cundinamarca y Meta, incluyendo bajo este nombre las laderas bajas de las montañas y la franja adyacente de planicies que se extiende unos 50 km llano adentro, alejándose de la base de la cordillera (medida a 500 metros sobre el nivel del mar). Esta región, como aquí la tomamos, abarca un rango altitudinal que va desde algo menos de 200 metros hasta 1000 metros sobre el nivel del mar. El clima es muy lluvioso, con precipitaciones superiores a 3000 mm por año (en partes se llegan a superar los 5000 mm). Las zonas de vida predominantes, según la clasificación de Holdridge, son el Bosque húmedo tropical y el Bosque muy húmedo tropical. La región estaba originalmente cubierta por densas selvas, de composición muy similar a las de la Amazonía. En la actualidad, gran parte de estas selvas han sido taladas, abriendo espacio para potreros y cultivos, incluyendo extensos monocultivos de palma africana y arroz. La explotación petrolera ha sido intensa en partes de esta región, trayendo consigo el habitual desarrollo, que, desafortunadamente, también suele significar aumento de la colonización, fragmentación y pérdida de bosques, y contaminación de suelos, aire y agua. Con todo, queda mucho por rescatar. Los corredores de bosque siguen siendo muy comunes a lo largo de ríos y caños, incluso al lado de zonas pobladas. Terrenos degradados siguen teniendo aún hoy una gran capacidad de regeneración natural, por lo cual es posible volver a recuperar bosques naturales en una forma rápida y económica. Y es posible imaginar un desarrollo ordenado de la región, donde los cultivos, potreros, zonas urbanas e industriales alternen con corredores biológicos bien planeados, conocidos por todos, que sigan manteniendo el enorme potencial biológico de la región.
Biodiversidad
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Mono ardilla o "tití" (Saimiri sciureus) |
La biodiversidad de la región es muy elevada. Se puede estimar la presencia de unas 150 especies de mamíferos, 600 especies de aves, cerca de 100 especies de reptiles, unas 50 especies de anfibios, más de 500 especies de peces y unas 3000 especies de plantas vasculares. A modo de comparación, Francia, que cubre un área casi 45 veces mayor que la región sur del piedemonte llanero, tiene registros de casi 140 especies de mamíferos, más de 540 especies de aves, 40 especies de reptiles, 34 especies de anfibios, 69 especies de peces de agua dulce y 4900 especies de plantas vasculares nativas.
Endemismo
En comparación con otras regiones del país, el piedemonte llanero alberga relativamente pocas especies endémicas. Casi todas sus plantas y animales están ampliamente extendidas, especialmente hacia la cuenca amazónica y hacia Venezuela. Con todo, hay algunas especies exclusivas, que viven sólo en Colombia y no se encuentran en ningún otro lado del mundo. Éstas son las especies prioritarias para la conservación. Si la gente de la región no las cuida ¿quién más en el mundo podrá hacerlo?
Entre los mamíferos endémicos se cuentan el mico de noche (Aotus brumbacki) y el mico tocón (Callicebus ornatus). No se registran aves endémicas. Entre los reptiles endémicos están las serpientes Atractus punctiventris, Liotyphlops anops y la coral Micrurus medemi. Entre los anfibios endémicos están las ranas saltonas (Allobates juanii, A. ranoides) y la rana de lluvia (Pristimantis medemi).
Entre las plantas endémicas se cuentan la Begonia hydrophylloides, el quiche Vriesea ospinae, el yopo (Mimosa trianae) y las orquídeas Cattleya schroederae y Restrepia metae.
¿Cuáles son las especies más amenazadas?
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Oso palmero (Myrmecophaga tridactyla) - M. Thyssen - 2005 |
En la región hay 15 especies de mamíferos que han sido catalogados como amenazados. Ellos son el oso palmero (
Myrmecophaga tridactyla, VU), ocarro o armadillo gigante (
Priodontes maximus, EN), murciélago espectral (
Vampyrum spectrum, NT), mico de noche (
Aotus brumbacki, VU), mico tocón (
Callicebus ornatus, VU), mono araña o marimonda (
Ateles belzebuth, EN), churuco (
Lagothrix lugens, CR), danta (
Tapirus terrestris, VU), cajuche o pecarí (
Tayassu pecari, VU), nutria (
Lontra longicaudis, VU), oso de anteojos (
Tremarctos ornatus, VU), “tigre” o jaguar (
Panthera onca, NT), “león” o puma (
Puma concolor, NT y tigrillos (
Leopardus pardalis, NT,
L. wiedii, NT). Varias de estas especies ya están prácticamente extinguidas a nivel local, sobre todo la danta, el cajuche, el churuco y el mono araña.
Entre las aves amenazadas se cuentan la pava negra (Aburria aburri, NT), águila moñuda (Morphnus guianensis, NT), águila arpía (Harpia harpyja, NT), periquito alipunteado (Touit stictopterus, VU), pibí boreal (Contopus cooperi, VU) y reinita cerúlea (Dendroica cerulea, VU). Hay otras especies que, por su amplio rango de distribución, no han sido catalogadas como amenazadas a nivel global o nacional, pero que, sin embargo, sí están desapareciendo localmente. Es así como en la región ya están prácticamente extinguidos los paujiles (Crax alector, Mitu tomentosum) y el tente (Psophia crepitans).
El área de distribución del caimán llanero (Crocodylus intermedius, CR) debió penetrar marginalmente esta región, pero las poblaciones silvestres de esta especie ya han desaparecido del área, víctimas de la cacería.
Entre los anfibios amenazados destacan las ranas saltonas (Allobates juanii, CR, A. ranoides, EN).
Entre las especies de flora amenazadas se cuentan la Begonia hydrophylloides (VU), Pitcairnia macarenensis (NT), el quiche (Vriesea ospinae, VU), el zarcillejo (Siphocampylus planchonis, VU), el cedro (Cedrela odorata, EN) y algunas orquídeas (Cattleya schroderae, VU, Coryanthes macrantha, NT, Lycaste macrophylla, NT, Masdevallia sanctae-fidei, NT, Restrepia metae, VU).
Es muy importante conocer y proteger estas especies. Conservarlas significa usualmente conservar su hábitat; si esto se logra hacer exitosamente, se pueden llegar a salvar centenares de otras especies de plantas y de animales que comparten su hogar con las especies amenazadas.
¿Cuál era la flora de los antiguos bosques?
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Platypodium elegans |
Aquí damos una muestra de las especies cuya presencia y abundancia indican bosques de edad avanzada. Entre sus árboles se encuentran varias de las mejores maderas de la región y muchas especies amenazadas. Para propagar estas especies hay que plantarlas en lugares donde se den dos condiciones: que haya sombra de otras plantas y que el suelo esté cubierto de hojarasca (no de pasto).
ÁRBOLES: Cabo de hacha (Aspidosperma excelsum), animes (Protium spp.), gaques (Clusia spp.), macano o mosco (Terminalia amazonia), cacay (Caryodendron orinocense), aceite (Copaifera pubiflora), cabo de hacha (Platypodium elegans), guacamayo (Apuleia leiocarpa), peonío (Ormosia amazonica), turmemono (Andira taurotesticulata), laureles (Aniba guianensis, A. panurensis, Ocotea cernua, O. longifolia, etc.), copita (Eschweilera bracteosa), fara (Gustavia superba), cedro (Cedrela odorata), mamito (Iryanthera laevis), Iryanthera ulei, cuajo (Virola elongata), guáimaros (Brosimum lactescens, B. utile), leche (Pseudolmedia laevis), cuyubí (Minquartia guianensis), caimo (Pouteria caimito). PALMOIDES: Araco, chuapo (Socratea exorrhiza), corneto (Iriartea deltoidea), cucurita o güichire (Attalea maripa), yagua (Attalea insignis), sarare (Syagrus sancona), seje o milpesos (Oenocarpus bataua), pusuy (Oenocarpus minor), cumare (Astrocaryum chambira), mararay (Aiphanes horrida), chontaduro (Bactris gasipaes), cubarros (Bactris corosilla, B. maraja, B. setulosa), molinillos (Chamaedorea linearis, C. pinnatifrons), guagualín o chontilla (Hyospathe elegans), palmillas o sampablos (Geonoma brongniartii, G. deversa, G. interrupta). ARBUSTOS: Cordia nodosa, ajicitos, cocas de monte (Erythroxylum spp.), Clavija ornata, cafetos de monte (Palicourea, Psychotria). HIERBAS: Helechos (Adiantum, Tectaria, Thelypteris), aráceas (Dieffenbachia, Dracontium spruceanum), tijereta (Cyclanthus bipartitus). EPÍFITAS: Anturios (Anthurium eminens, Anthurium spp.), Monstera spp, Philodendron spp., cardos, quiches (Aechmea, Tillandsia, Vriesea), cactus cola de caimán (Epiphyllum phyllanthus), orquídeas (Catasetum, Cattleya, Coryanthes, Epidendrum, Sobralia, etc.), helechos (Phlebodium, Serpocaulon, Campyloneurum, etc.)
¿Cuáles especies plantar?
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Heliconia psittacorum |
Las especies mencionadas en el párrafo anterior suelen ser inadecuadas para repoblar con vegetación nativa un terreno completamente abierto, ya que, cuando son juveniles, no resisten una plena exposición al sol, al viento y a la lluvia. En cambio, hay una serie de especies de plantas pioneras muy bien adaptadas a la plena exposición y que crecen rápidamente. Éstas son las especies ideales para iniciar la restauración de un bosque variado y lleno de biodiversidad. Cuando ya son grandes (a los 10 o 20 años), se van estableciendo bajo su sombra especies más lentas, propias de una vegetación más madura. Entre las principales pioneras de la región se cuentan:
ÁRBOLES: Malagüeto (Xylopia aromatica), tortolito (Schefflera morototoni), cenizo (Piptocoma discolor), gualanday (Jacaranda obtusifolia), pavito (Jacaranda copaia), patezamuro (Cordia alliodora), nigüito o zurrumbo (Trema micrantha), balso (Ochroma pyramidale), lechero (Sapium glandulosum), guamos (Inga spp.), jero hojimenudo (Acacia polyphylla), yopo (Mimosa trianae), lacres o lanzos (Vismia guianensis, V. macrophylla, etc.), tunos (Miconia centrodesma, M. dolychorrhyncha, M. elata, etc.), guayabo (Psidium guajava), varasanta (Triplaris americana), cucharo (Myrsine sp.), parapara o jaboncillo (Sapindus saponaria), yarumos (Cecropia engleriana, C. sciadophylla). BAMBUSOIDES: Guadua o guafa (Guadua angustifolia). ARBUSTOS: Indio viejo (Vernonanthura brasiliana), Acalypha diversifolia, mortiños (Clidemia spp.), tunos (Miconia albicans, M. rufescens, etc.), cordoncillos (Piper aduncum, Piper spp.), ortigas, pringamozas (Urera baccifera, U. caracasana). HIERBAS: Tabaquillo (Eirmocephala brachiata), bijaos (Calathea lutea, C. spp.), cañagrias (Costus spp.), iraca (Carludovica palmata), platanillos, heliconias (Heliconia acuminata, H. bihai, H. episcopalis, H. hirsuta, H. latispatha, H. marginata, H. osaensis, H. psittacorum, H. scarlatina, H. stricta), terriago (Phenakospermum guyannense), conopio (Renealmia alpinia).
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Tuno (Miconia elata) |
Otros árboles que resultan adecuados para plantar en un sitio abierto son el jobo (
Spondias mombin), manteco o chispiador (
Tapirira guianensis), anón (
Rollinia edulis), táparo o totumo (
Crescentia cujete), araguaney (
Tabebuia chrysantha), cañaguate (
Tabebuia ochracea), achote de monte (
Bixa urucurana), indio desnudo (
Bursera simaruba), ajicito (
Erythroxylum sp.), carcomos (
Alchornea spp.), jabillo o ceiba de leche (
Hura crepitans), algarrobo (
Hymenaea courbaril), bucare o cámbulo (
Erythrina poeppigiana), cañafístulo (
Cassia moschata), cañaflote (
Cassia grandis), caracaro u orejero (
Enterolobium cyclocarpum), matarratón (
Gliricidia sepium), samán (
Samanea saman), taray (
Platymiscium pinnatum), guarataro o nocuito (
Vitex orinocensis), laurel (
Nectandra membranacea), peralejo montañero (
Byrsonima crispa), ceiba (
Ceiba pentandra), guácimo (
Guazuma ulmifolia), peine de mono o galleta (
Apeiba aspera), níspero (
Bellucia grossularioides), trompillo (
Guarea guidonia), matapalos e higuerones (
Ficus spp.), arrayanes (
Myrcia spp.), champe (
Campomanesia lineatifolia), chaparro montañero (
Hieronyma alchorneoides), caruto o jagua (
Genipa americana), crestegallo (
Warszewiczia coccinea), hueso (
Hasseltia floribunda), guacharaco o rabo de pavo (
Cupania americana), mamoncillo (
Melicoccus bijugatus), caimo (
Chrysophyllum argenteum), caimarón (
Pourouma cecropiifolia) y saladillo blanco (
Vochysia lehmannii).
En sitios con mal drenaje y zonas inundables son especialmente recomendables el moriche (Mauritia flexuosa), cubarro (Bactris brongniartii), manaca (Euterpe precatoria), anauco o búcaro (Erythrina fusca), muco o maraco (Couroupita guianensis) y cuajo (Virola carinata).