viernes, 14 de febrero de 2014

Usos de la biodiversidad – La flora nativa como plantas de interior

La colección de flora

Chamaedorea linearis
Desde que era niño, siempre he tenido en los diferentes sitios donde he vivido una variada colección de plantas de interior. Más variada cuando he vivido en la ciudad. Mientras que en el campo, en Subachoque y Sopó, ha estado reducida a unos pocos ejemplares; pareciera como si la abundancia natural de flora fuera de casa no favoreciera mi dedicación a la colección de plantas cultivadas en el interior de ella. Ahora que vivo nuevamente en la ciudad, vuelve una etapa de intensa jardinería de apartamento. Y estoy aprovechando este período para consolidar una serie de observaciones que vengo acumulando desde hace casi 20 años, sobre el uso de plantas nativas como plantas ornamentales y sobre el comportamiento de estas especies cuando son plantadas en interiores. En este artículo van algunas de las estas observaciones y reflexiones sobre este campo con tantas posibilidades.

 

Un ambiente difícil

Primero que todo: es claro que no todas las plantas silvestres tienen características que favorezcan su uso como plantas de interior. O mejor, dicho de otra manera: las condiciones del interior de casas, apartamentos y oficinas son tan particulares, tan distintas a las del ambiente que hay al exterior de ellas, que sólo determinadas plantas son capaces de adaptarse bien a ellas.

¿Cuáles características son comunes en ambientes de interior? Primero que todo, una temperatura más estable, con variaciones menos extremas que las que se encuentran en un área al aire libre. En climas fríos, la temperatura de un interior suele estar varios grados por encima de la temperatura que reina afuera. En climas cálidos, la temperatura de interior (al menos la diurna) suele ser más fresca que la que reina en zonas expuestas afuera de la edificación.

Otra diferencia notable es la ventilación. En interiores, suele haber un notable estancamiento del aire en comparación con las zonas al aire libre, estancamiento que afecta a las plantas mucho más de lo que uno podría pensar. Y está el tema de la humedad ambiental, también reducida en ambientes de interior, en comparación con los exteriores.

¿Cómo afecta todo esto a las plantas? Para empezar, es más fácil que al interior de un apartamento, casa u oficina, prosperen mejor plantas propias de climas cálidos a templados. En cambio, pasar una planta que sea exclusiva de clima frío a un interior (incluso si la edificación está situada en clima frío) suele causar un deterioro evidente del ejemplar, que a menudo desemboca en su muerte.

La baja ventilación favorece el desarrollo de plagas, por ejemplo de pulgones y mosquitas blancas, las cuales, nuevamente, dañan y hacen morir a los ejemplares. La baja humedad ambiental reseca especies delicadas como musgos, helechos, orquídeas y muchas otras especies propias de bosques lluviosos.

¡Y eso que todavía no hemos hablado de luz y de riego! Un jardinero conocedor y sensible sabrá poner cada planta en una posición favorable, donde reciba abundante sol si es una especie adaptada al crecimiento en áreas expuestas; o en sombra si es una especie del interior de un bosque; o en todo un gradiente que va del semisoleado a la semisombra, dependiendo de las necesidades de la planta en particular. Y sabrá regarla en abundancia cuando sea necesario o casi nada cuando asimismo la planta lo requiera. ¡Algo que no se aprende leyendo sino haciendo, observando, sintiendo!

 

Las plantas apropiadas

Gaque (Clusia multiflora)
Así las cosas, no es de extrañar que, luego de siglos de ensayos, la flora que se cultiva comúnmente en interiores pertenezca a un pequeño “club” de especies que han demostrado un excelente rendimiento sometidas a la temperatura relativamente alta y estable, la baja humedad y la relativa baja ventilación presente en la mayoría de casas, oficinas y apartamentos. Este “club” está formado por especies procedentes de todos los rincones del planeta, de todos los continentes y de las más variadas islas oceánicas. Dos grupos de especies que han mostrado una buena adaptación a las condiciones de interior son:

1)    Plantas con hojas o tallos carnosos. Aquí se incluyen plantas de desierto como cactus y crasuláceas, que toleran bien el aire seco y la falta de riegos regulares; también begonias, peperomias, aráceas, bromeliáceas, ficus, chefleras, algunos helechos resistentes a la sequía y otras plantas que en la naturaleza crecen sobre piedras o como epífitas y que, en su adaptación a estos ambientes, han desarrollado tallos que acumulan agua y hojas que reducen la evaporación.

2)    Plantas de sotobosque, especialmente palmas, dracenas, marantáceas y aráceas. Están adaptadas a crecer en condiciones de baja luminosidad, comunes en interiores.

Además de éstas, varias otras plantas han prosperado en interiores: por ejemplo araucaria, croto, café, aguacate, algunas plantas bulbosas, algunas (muy pocas) orquídeas.

 

¿Y las nativas?

Flor de la Begonia foliosa
Entendiendo que las condiciones de interior son difíciles para el cultivo de una variedad de plantas, me asombra, de todos modos, que de las listas que di anteriormente, se hayan ensayado tan pocas especies nativas de Colombia. La mayor parte de los cactus que vemos cultivados en interiores son méxicanos, argentinos o de otros países. ¡Y eso que Colombia tiene muchas especies nativas! Las bromelias que compramos para adornar nuestras casas corresponden en su mayoría a especies brasileñas, “mejoradas” en Holanda. Y eso que hay centenares de especies nativas de esta familia en el país. Las palmas de interior vienen de remotas islas del Pacífico y, en cambio, casi nadie cultiva las nuestras. Así se repite la historia para las begonias, peperomias, ficus, anturios y tantísimas otras plantas. Sabemos que estas plantas pertenecen a grupos que han mostrado su aptitud para ser ensayados como plantas de interior. ¡Pero casi nadie ensaya ni cultiva las especies nativas de estos grupos! Nos conformamos con lo fácil, con lo que ya existe, con imitar lo que vemos a nuestro alrededor, con comprar lo que los viveros venden. Y mientras tanto, nuestra flora nativa va desapareciendo, desapercibida, sin que se la considere bella y valiosa, digna de cultivo...

 

Los ensayos

Philodendron - esqueje de 6 meses de edad
Por eso he tomado la decisión de que mi casa sea distinta. Amo la flora nativa y quiero aprender a propagarla. Quiero tener las plantas cerca de mí, verlas cuando me levanto, cuando desayuno, cuando descanso o (como hago ahora) cuando escribo estas líneas. Por eso busco en mis caminatas semillas y esquejes, anoto cuáles especies son de fácil cultivo, cuáles son de lento crecimiento y cuáles son las más veloces, reviso sus hojas en busca de indicios de plagas, busco ante todo que las plantas se vean bien, estén a gusto, creciendo en condiciones adecuadas para cada una de ellas. Así he descubierto que la palmita Chamaedorea linearis, tan común en nuestros bosques de niebla, es una excelente, rápida y agradecida planta de interior. Que es muy fácil propagar los Philodendron que trepan por los árboles de todas nuestras selvas húmedas con tan sólo cortar un pequeño esqueje de ellos. Que las begonias nativas son facilísimas de cultivar, con muy poca incidencia de plagas. Ahora estoy ensayando dos especies de gaques (Clusia multiflora y la endémica Clusia orthoneura) como árboles de maceta. Si a éstas sumo las plantas de la terraza, ya son cerca de 30 especies nativas las que tengo en este instante en cultivo, en la mitad de Bogotá, alegrándome los días y revelando estados y comportamientos que un día, quizás, mostrarán su utilidad para el cultivo más generalizado de estas especies.


2 comentarios:

  1. Hola, estoy interesado en buscar plantas nativas de los cerros orientales con un metabolismo CAM para hacer uso de ellas en el interior de mi habitacion, no se si usted me pueda recomendar algunas.

    De paso, le comparto mi blog de fotografia de paisajes y biodiversidad colombiana
    http://sergiosognatore.blogspot.com/

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  2. Sergio, le recomiendo sobre todo una: el chupahuevos (Echeveria bicolor).

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