martes, 9 de mayo de 2017

La flora silvestre de Bogotá

La trompetilla o achicoria (Hypochaeris radicata)
A lo largo de los últimos cuatro siglos, es impresionante lo mucho que ha cambiado la vegetación de la altiplanicie donde se encuentra situada Bogotá. Bosques inundables con alisos, tíbares, tunos, amargosos, helechos y juncos, fueron reemplazados poco a poco por campos de cultivo, por potreros, por construcciones aisladas, por barrios incipientes y finalmente por una densa red de edificaciones, cemento, ladrillo y pavimento. Ahora casi toda la flora que se encuentra en la ciudad no es originaria de la misma Sabana y no crece sola: casi todos los árboles, arbustos y flores que vemos en avenidas, parques y jardines, son plantas cultivadas por nosotros, los seres humanos.

Teniendo en cuenta estos cambios enormes, no deja de ser sorprendente que aún hoy, la ciudad alberga algunos cientos de especies de plantas que nacen y crecen espontáneamente. Muchas son nativas que desde hace milenios han crecido en los Andes colombianos. Otras son recién llegadas, exóticas que han sido introducidas, en forma intencional o accidental, procedentes de otros países y continentes.

Erigeron karvinskianus
Casi todas estas plantas silvestres son pequeñas hierbas que crecen en los prados y entre las grietas del suelo. Pero también hay algunos árboles, arbustos y trepadoras que se propagan por si solos en rincones de los jardines, en muros, alcantarillas y bordes de andenes.

Las plantas silvestres suelen ser ignoradas o, cuando se les presta atención, consideradas un estorbo en la ciudad. Se le da preferencia a las especies cultivadas, a aquellas que hemos decidido cómo, dónde y cuándo plantar. La flora silvestre escapa, al menos en parte, a estas decisiones. Puede surgir en cualquier momento, en forma veloz o, más a menudo, muy sutil, especialmente en los rincones de la ciudad donde las actividades de mantenimiento de la infraestructura y de las áreas verdes no llegan en forma regular.

La diminuta Cotula australis
Si observamos con más detalle esta pequeña legión de plantas silvestres, nos daremos cuenta que tienen una gran importancia. Mariposas, abejas y moscas de las flores visitan asiduamente las flores de algunas especies. Las orugas de varias mariposas se alimentan con las hojas de ciertas hierbas de las grietas y prados. Margaritas, carretones y dientes de león pintan de colores los prados urbanos. Las plantas silvestres suelen mostrar una notable resistencia y muchas de ellas pueden ser especies ideales para fomentar su crecimiento en jardines de flores nativas y techos verdes pensados para la biodiversidad.

Pensando en todo esto, hemos creado un proyecto en iNaturalist para que todos ustedes puedan conocer más sobre la flora silvestre de Bogotá y puedan aportar sus observaciones. Así lograremos conocer más este importante grupo de plantas. Pueden verlo aquí: http://www.inaturalist.org/projects/flora-silvestre-de-bogota