viernes, 26 de julio de 2013

Fincas al occidente de la Sabana - El colibrí metalura

Brillos y sombras

Metallura tyrianthina - The Lilac Breasted Roller - 2006
La región al occidente de la Sabana de Bogotá (municipios de La Vega, San Francisco, El Rosal y Subachoque) alberga decenas de especies de colibríes, todos ellos distintos, con una amplísima gama de colores y brillos en su plumaje y con una gran variedad de formas del pico y de la cola. Hay uno de ellos que, comparado con otras vistosas especies del bosque andino, parece insignificante y pasa desapercibido. Y, sin embargo, es uno de mis favoritos. Se trata del colibrí conocido en los libros de ornitología como matalura colirroja (Metallura tyrianthina). Este pájaro, propio de los bosques por encima de 2400 metros de elevación, es bien pequeño (apenas mide unos 8 cm de longitud) y tiene un pico muy corto, más corto que el de la mayoría de colibríes con los que comparte su hábitat. Su plumaje, predominantemente verde cobrizo, muestra algunas tonalidades contrastantes cuando el pajarito sale a la luz. Entonces, se puede reconocer el brillo rojo cobrizo de la cola. También, si el ave es un macho, la mancha verde esmeralda que, sólo vista desde el ángulo exacto, brilla en su garganta; la hembra, en cambio, muestra una amplia mancha rosado-naranja, no reluciente, que se extiende por toda la garganta hasta el pecho. Así, bajo condiciones ideales, suena a que nos encontramos con un ave muy vistosa. Sin embargo, casi siempre vemos a este colibrí en la oscuridad del sotobosque, donde sus colores casi no brillan y nos aparece como un avecita oscura, casi negra... ¡lo que más destaca entonces es el puntico blanco que tiene detrás del ojo!

 

Movimientos

Flor de quiche (Tillandsia) - Frecuentemente libada por la metalura
Uno de los rasgos más simpáticos del colibrí metalura es su forma de moverse. Cuando se posa, en vez de quedarse quieto, sacude las alas varias veces, al tiempo que gira su cabeza a derecha e izquierda; mientras se mueve se esta forma, suele producir un sonido corto, como un suave soplido “chf, chf”. Luego revolotea un poco, quizás visita algunas flores cercanas, y vuelve a sentarse. Comparado con otros colibríes, este metalura se mueve poco. No se desplaza grandes distancias, tampoco vuela muy alto. Y su forma de visitar las flores es también particular. En lugar de quedarse suspendido, aleteando todo el tiempo, prefiere, siempre que puede, colgarse o posarse en una ramita cercana a las flores que le apetecen. Desde esta posición, que le ahorra energía, procede a tomar el dulce néctar de cada una. Y una más de sus rarezas: su pico tan corto no le permite tomar directamente, como lo hacen otros colibríes, el néctar que se encuentra en el fondo de flores largas y estrechas. Para compensar esto, la metalura se aprovecha de los agujeritos que abren los pinchaflores o picaflores (Diglossa) en la base de las flores; o se cree incluso que él mismo perfora la base de estas flores; a través del agujerito abierto desde el exterior, el colibrí introduce el pico y toma el néctar.

 

Todo tipo de flores

Flor de tuno (Miconia) - comida de metalura
Hay muchos colibríes que muestran una clara preferencia por ciertas flores. Así, por ejemplo, el colibrí picoespada (Ensifera) está perfectamente adaptado para libar las larguísimas flores de curubas (Passiflora) y borracheros (Brugmansia). Otros colibríes se especializan en visitar flores de uvos de monte (Cavendishia, Macleania) y tominejeros o cafés de monte (Palicourea). Y otros aún son asiduos visitantes de las flores de los guamos (Inga). En cambio, este metalura es un generalista completo, que no tiene preferencias por tal o cual flor particular. Uno lo puede ver visitando flores típicamente adaptadas para ser polinizadas por colibríes, como las de los uvos de monte o las de bromeliáceas. Y luego libando flores mejor adaptadas para la polinización por insectos como las de los tunos (Miconia) y zarzas (Rubus). La metalura colicobriza liba flores blancas, amarillas, rosadas, moradas, rojas...flores largas o cortas, flores de altos árboles del bosque y flores de pequeñas hierbas de prado, flores de plantas terrestres y de epífitas, flores comunes y flores raras (en mis cuadernos de campo tengo registradas las visitas a 53 especies de plantas)...Parece libar de todo, convirtiéndose así en el más generalista de los colibríes de nuestros bosques al occidente de la Sabana.

Castilleja fissifolia - otra de las tantas flores visitadas por este colibri


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